VITORIA. Dos individuos de 22 y 23 años fueron detenidos este pasado viernes en Vitoria por agredir sexualmente a una mujer y sustraerle dinero, joyas y un teléfono móvil, valiéndose de amenazas con una pistola taser, según ha informado el Departamento vasco de Seguridad.
Los hechos se produjeron a primera hora de la tarde del pasado miércoles en el apartamento de la mujer en Vitoria. Esta persona, dedicada a la prostitución, recibió la llamada de un presunto cliente solicitando sus servicios y, pese a no haber concertado una cita de forma fehaciente, el individuo se acercó hasta el piso.
Una vez en el interior, éste sacó una pistola taser y, amenazándola con ella, la obligó a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad. Tras forzarla, el sujeto la obligó a entregarle las joyas que llevaba y el dinero.
Al poco tiempo, se escucharon voces en el rellano de la puerta y el agresor abrió la puerta para que entrara un compañero suyo. En ese momento, el que acababa de acceder al piso comenzó a registrar todas las estancias de la casa en busca de objetos de valor y dinero, utilizando también la amenaza para amedrentarla.
Tras meter todo lo robado en una mochila, abandonaron la vivienda y la víctima alertó a la Ertzaintza. Seguidamente, varios recursos se desplazaron al lugar y trasladaron a la víctima a un centro sanitario para ser asistida.
Una vez recopilados los datos necesarios para comenzar la investigación, las pesquisas efectuadas les condujeron hasta el piso donde se escondían los presuntos autores, que fueron detenidos por un delito contra la libertad sexual y otro delito de robo con intimidación.
Asimismo, tras realizar una inspección por las inmediaciones donde habían estado los arrestados, se localizó en un contenedor una mochila con diversos objetos susceptibles de ser utilizados para cometer actos delictivos, tratándose de unas esposas, una pistola taser, destornilladores, un verduguillo y otras herramientas.
Los detenidos, con antecedentes policiales, fueron conducidos a dependencias de la Ertzaintza donde permanecen a la espera de ser puestos a disposición judicial.