- Dentro de 25 años, tal día como ayer domingo, 13 de septiembre, tres personas subirán por una escalera de mano hasta el altillo que hay a mano derecha del altar de la parroquia de Pipaón, y uno a uno, cada uno con una llave, girarán los cierres de las tres cerraduras con que cuenta el armario clavero de la localidad, para extraer el Memorial del covid-19. Ese día, las generaciones que entonces permanezcan en esta localidad podrán ver y leer los mensajes y las sensaciones que darán constancia del drama que vivió la localidad y todo el país un cuarto de siglo antes.
La idea de poner en marcha este Memorial del covid-19 fue de Maite Alonso, una inquieta vecina de Pipaón, que planteó esta propuesta a otras personas, Saioa, Iratxe y Blanca, y el pasado mes de agosto decidieron, de común acuerdo con el presidente de la Junta Administrativa y la asociación cultural Usatxi animar a todos los vecinos y veraneantes a preparar 'algo' (una narración, un cuento, una foto€) que dejara constancia de las vivencias durante el confinamiento a causa de la pandemia.
De esta manera, durante un mes, las gentes de Pipaón fueron preparando esos testimonios, mientras que una comisión formada por varias personas pergeñaba el acto que se iba a desarrollar en el interior de la parroquia.
Poco a poco fueron llegando los escritos y fotos y se colocaron en una caja de plástico, que ayer estaba prácticamente llena, del tamaño del hueco del armario clavero. Ninguno de los documentos se leyó ayer y se ha mantenido una rigurosa discreción para que esos textos no trascendieran y solo se pudieran leer transcurrido este cuarto de siglo.
El acto comenzó con la narración de cómo se fue preparando todo y de la decisión tomada de forma democrática para que las tres llaves del armario estuviera en manos de otras tres personas o instituciones y las custodiaran durante 25 años. Esas tres personas fueron la junta administrativa, como institución representativa de todos los vecinos; la asociación cultural Usatxi, propietaria del museo etnográfico de la localidad y notaria de los acontecimientos de Pipaón, y en tercer lugar, una familia que representara a todas las de la localidad. Para ello se designo a la familia Ibisate-García.
Hechas las presentaciones, se planteó si alguien más quería dejar algún recuerdo y entre ellos se introdujo un dibujo de una niña, Ariadna, quien contó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que lo había realizado y escrito unos mensajes cuando su padre resultó afectado con el covid-19 y tuvo que permanecer un tiempo ingresado en el hospital. Son frases de cariño y aliento de una hija a su padre que se podrán leer dentro de 25 años, aunque lo importante, como dijo ella, es que su padre ya esta curado y en casa haciendo vida normal.
También se levantó para depositar un folio que llevaba preparado el presidente de la Cuadrilla de Montaña Alavesa, Anartz Gorrotxategi, quien, junto con la concejal por Bernedo, Marisol Bedia, eran la representación de otras instituciones en ese acto.
Firmado el documento de entrega de llaves, los tres 'claveros' subieron por la escalera mientras un vecino de la localidad interpretaba al acordeón el himno de Pipaón que fue cantado por todos los vecinos asistentes a este acto.