- La Fiesta de la Vendimia de Rioja Alavesa, que este año iba a celebrarse en Lanciego, se ha pospuesto por la pandemia, pero sigue adelante el concurso de vinos que va de la mano de este festejo anual. A esta edición se han presentado 247 vinos en nueve categorías, aunque a la cata pasó uno menos, ya que a la nueva categoría de viñedos singulares sólo se presentó una muestra: Laderas de José Luis, de Bodegas Dominio Berzal, de Baños. Los 246 restantes se han repartido así: 22 rosados, 36 blancos jóvenes, 21 blancos con barrica, 44 tintos jóvenes, 44 tintos crianza, 28 tintos reserva, 10 tintos gran reserva y 41 vinos personales, los denominados de autor. La organización está satisfecha tanto con la participación como con la calidad de los caldos, destacó el presidente de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, Joseba Fernández. A la edición del pasado año se presentaron 311 vinos y 280 en 2018.

Haciendo un repaso al listado de 24 vinos premiados, tres en ocho apartados, más la mención especial a vinos jóvenes elaborados mediante maceración carbónica, la bodega Valdelana de Elciego destaca con dos primeros premios: blanco joven y blanco con barrica. Bodega Óscar Tobía, de Cuzcurrita (La Rioja), subió tres veces al estrado para recoger dos segundos y un tercer premio. Por municipios, destacan Elciego, Cuzcurrita de Río Tirón y San Vicente de la Sonsierra, ambos en La Rioja, con tres galardones cada uno. Siguiendo con la guía marcada en el Consejo Regulador del Rioja y teniendo en cuenta las zonas, Rioja Alavesa se ha llevado 15 premios, por 9 de Rioja Alta y uno de Rioja Oriental. Y es que, este concurso es el único en el que participan vinos de todas las subzonas del Rioja. Tras una cata eliminatoria, medio centenar de muestras fueron recogidas directamente en bodega para ser catadas en el centro temático del vino Villa Lucía de Laguardia.

Por otro lado, la Interprofesional del vino de España ha puesto a disposición de todos los operadores para esta campaña el contrato tipo homologado de compra y venta de uva con destino a su transformación en vino, por un lado, y el de compra y venta de vino, por otro, ambos modelos reconocidos por el Ministerio de Agricultura. Además, son de carácter voluntario, pueden ser utilizados en todas las tipologías y orígenes, con o sin denominación, tanto de uva como de vino y están disponibles para ser usados en transacciones puntuales o para contratos de abastecimiento continuo, en el caso del vino, con la idea de dotar de mayor estabilidad al sector. Estos contratos permiten también estipular libremente a las partes los criterios de calidad de cara a fijar unos precios en consonancia con la legislación y, por tanto, por encima de los costes de producción. Asimismo, los contratos deben registrarse obligatoriamente.

Por otro lado, el sindicato agrario Asaja ha elaborado un estudio sobre los costes de producción con grandes diferencias entre unas zonas vitivinícolas y otras. Con una cosecha menor de lo esperado y que oscilará entre los 41 y 43 millones de hectolitros (en línea con la media de las últimas cinco campañas), los productores no ven razones objetivas que justifiquen el hundimiento del precio de la uva. En Castilla-La Mancha, principal zona productora, han caído un 30% de media respecto al año pasado.

Asaja explica que existen numerosos estudios sobre los costes de producción como el elaborado por la Universidad Politécnica de Valencia que concluye que el coste medio de producción se cifra en 50 céntimos por kilo de uva, aunque asciende a 60 en Navarra y en la denominación Rioja. 63 céntimos atribuye a Castilla y León y 78 y 79 al txakoli y los frutos gallegos, respectivamente. No obstante, este estudio no tiene en cuenta las condiciones especiales derivadas de los protocolos de seguridad anti covid que se han puesto en marcha de cara a la vendimia en todas las zonas productoras y que han supuesto un incremento considerable de los costes para los agricultores.