os miembros del grupo operativo Lúpulos de calidad, formado por ocho equipos de trabajo de tres comunidades autónomas, han presentado las novedades del proyecto sobre Innovaciones en el cultivo de lúpulo en España para mejorar la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas a través de una jornada telemática en la que intervinieron todas las instituciones y entidades implicas, entre ellas Neiker y varios cerveceros vascos.
Este proyecto, financiado por el Fondo europeo agrícola de desarrollo rural, está destinado a mejorar la competitividad de las explotaciones del Estado de lúpulo a través del manejo sostenible del cultivo. Los grupos centrados en la investigación, como la Universidad de León, el Campus Terra de la Universidad de Santiago de Compostela y los institutos de investigación Itacyl (Instituto tecnológico agrario de Castilla y León), Agacal (Agencia gallega de calidad alimentaria) y Neiker (Instituto vasco de investigación y desarrollo agrario) han explicado los avances conseguidos en torno a los principales objetivos del proyectos. Éstos giran sobre temas como el control sostenible de plagas y enfermedades, la optimización de los sistemas de riego y la fertilización, así como en la sostenibilidad medioambiental y económica de las explotaciones.
Por parte de los representantes de los productores, la SAT Lúpulos de León y la cooperativa gallega Lutega pusieron encima de la mesa sus principales preocupaciones y la necesidad de trabajar desde la unidad para luchar por la valorización del sector. Las empresas comercializadoras y transformadoras, representadas en este grupo operativo por Hopsteiner España, también se han referido a la posibilidad de introducir nuevas variedades así como de la trazabilidad y logística del producto.
Estos encuentros y los trabajos de I+D continuarán en el tiempo a través de este grupo operativo que garantiza el intercambio de conocimiento entre los agricultores, centros de asesoramiento, empresa y sector de la investigación.
En Berantevilla Esta primera plantación de lúpulo en Euskadi se consolida como pieza clave en la recuperación de este tipo de cultivo tras los buenos resultados que está dando. Este ensayo es el eje de Lupulus, un proyecto para activar la cadena de valor de la cerveza en Euskadi promovido por La Salve, junto a otros nueve socios. Se trata de una iniciativa surgida en 2017 que, con el apoyo del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras de Gobierno Vasco, ha supuesto la vuelta a plantar lúpulo en terreno vasco, concretamente, en una parcela de 1.200 metros cuadrados situada en Berantevilla y siguiendo el diseño y asesoramiento de Neiker.
El lúpulo plantado en Álava pertenece a las variedades nugget, cascade, perle, magnum, spalt y saaz. Este año será la cuarta recolecta desde que se puso en marcha la plantación y los resultados indican que tanto el clima como la tipología del terreno están resultando óptimos para este tipo de cultivo, teniendo en cuenta que las plantas se encuentran en este momento a un 40% de su capacidad productiva.
El lúpulo cosechado en esta plantación servirá para hacer pruebas en diferentes recetas y estudiar diferentes productos cerveceros. Esta plantación es clave para La Salve, ya que la agricultura es el sector proveedor con mayor peso específico para la compañía.
Además, el ensayo se está realizando sobre variedades de lúpulos tradicionales pero sobre todo sobre lúpulos de tendencia, que buscan responder al reto al que se enfrenta la industria alimentaria: adaptarse a las tendencias de un consumidor cada vez más preocupado por la salud y el bienestar; de ahí que se busquen ingredientes y alimentos más naturales. El sector se apoya en la investigación para incorporar métodos innovadores que fomenten el desarrollo de alimentos innovadores y saludables.