nticiparse a los posibles rebrotes de covid-19 y que no se produzca una transmisión comunitaria del virus constituye estos días una de las estrategias clave para, en la medida de lo posible, contener el avance de la pandemia. El trabajo del equipo de rastreadores del Departamento vasco de Salud está siendo ingente a lo largo de las últimas semanas para frenar esos nuevos focos, una labor que con más o menos recursos están realizando todos los territorios del Estado y que, cuando éstos se detectan, se complementa con los cribados masivos mediante PCR.
Herramientas que luchan contra el reloj frente a una crisis sin precedentes y que pronto van a contar con una nueva aliada, una aplicación de alerta de contagios para teléfonos móviles lanzada por el gobierno central que desde comienzos de este agosto se encuentra a disposición de las distintas autoridades sanitarias. Responde al nombre de RadarCOVID.
Tras superar una primera fase de pruebas, circunscrita a la pequeña isla canaria de La Gomera, la app. Cuando esté definitivamente activada, algo para lo que habrá que esperar aún varias semanas más, sus usuarios recibirán alertas cada vez que hayan estado cerca de otra persona, que lógicamente también sea usuaria de la aplicación, cuando ésta notifique que ha resultado contagiada de covid-19 a través de una prueba PCR.
Como paso previo, las comunidades del Estado que deseen que la app esté operativa dentro de sus límites geográficos tendrán que dar su visto bueno para conectarla con sus sistemas de gestión de avisos sanitarios, algo imprescindible para que pueda ser utilizada posteriormente con normalidad por sus vecinos.
El Departamento vasco de Salud está “analizando” estos días la posibilidad de que la app también esté activa en la CAV y a primera vista la ve “con buenos ojos” y cree que “tiene interés”, según reconocen fuentes del área que dirige Nekane Murga a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Según Salud, se trata de una herramienta “que puede ser de gran eficacia” y que puede permitir “sumar” en todo lo que tiene que ver con el control de la pandemia. Lo cual, a nadie se le escapa, es lo que a día de hoy más está quitando el sueño a las autoridades del territorio, sobre todo tras los recientes y numerosos rebrotes y la regresión de la CAV a la emergencia sanitaria. Países como Italia o Alemania han puesto en marcha iniciativas similares, por ahora, con buenos resultados.
La aplicación utiliza la conexión bluetooth, a través de la cual los móviles emiten y observan identificadores anónimos de otros teléfonos que cambian periódicamente. Cuando dos terminales próximos han estado durante 15 o más minutos a dos metros o menos de distancia, ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro. Posteriormente, si uno de esos usuarios fuera diagnosticado como positivo por covid-19 tras realizarse la PCR, decidiría si da su consentimiento para que, a través del sistema de salud, se pueda enviar una notificación anónima a la app.
De esta forma, los móviles que hubieran estado en contacto con el paciente infectado recibirían un aviso sobre el riesgo de posible contagio y se facilitarían instrucciones sobre cómo proceder. Pese a los lógicos recelos que la RadarCOVID ha generado por todo lo relacionado con la protección de datos y la confidencialidad de sus usuarios, el Ministerio español de Asuntos económicos y Transformación digital que se ha encargado de su desarrollo remarcó recientemente que la app .
No en vano, al no solicitar datos de ningún tipo, es imposible identificar o localizar a ningún usuario de la app. El proceso se desarrolla además en el teléfono sin salir hacia ningún servidor, dado que los datos se almacenan en la propia memoria del dispositivo móvil y no en la nube. Además, tanto el uso de RadarCOVID como la comunicación de los posibles contagios por parte de sus potenciales usuarios serán siempre, lógicamente, voluntarios.
El testeo de la app , pocos días después de entrar en esta fase de nueva normalidad, y se desarrolló hasta el 31 de julio, apenas un mes de plazo durante el que se simularon hasta cuatro oleadas de rebrotes ficticios de covid-19. Pese a que la herramienta únicamente funcionaba en La Gomera, más de 60.000 personas la descargaron durante esta fase en el conjunto del Estado.
Este piloto tuvo como primer objetivo evaluar la adopción de la herramienta. O lo que es lo mismo, el número de personas que la descargarían, y el objetivo de reunir al menos a 3.000 participantes en la citada isla canaria fue superado con creces. Un segundo objetivo consistió en medir la retención de la app, en referencia al número de usuarios que mantuvieron su RadarCOVID activo después de haberlo descargado. Según el gobierno central, los resultados fueron también satisfactorios en este sentido, ya que dicha retención llegó hasta el 83%.
Las pruebas analizaron también el compromiso de los usuarios en la comunicación de positivos ficticios, un indicador sin duda clave para tratar de imaginar el correcto funcionamiento y la eficacia de esta herramienta a futuro. Se lograron un 61% de comunicaciones activas, de las que el 78% se produjeron en las 24 horas siguientes a haber recibido un código de contagio simulado.
Otro de los objetivos trazados en el piloto fue medir el funcionamiento de la app en el traceo de contactos. RadarCOVID logró alcanzar una media de 6,4 contactos estrechos de riesgo detectados por positivo simulado confirmado, una cifra que según el ejecutivo Sánchez supuso casi doblar la eficiencia actual de los traceadores manuales. En Canarias, por ejemplo, detectan por norma general una media de 3,5 contactos.
La prueba sirvió también para recabar las opiniones de los usuarios respecto a su experiencia de uso de la app a través de entrevistas y cuestionarios. El ministerio informó de que “todos” los encuestados afirmaron que seguirán usando la app cuando esté activa a nivel nacional, y que casi todos (el 82%) la valoraron como una herramienta útil en la prevención de contagios por covid-19. La valoración general de la herramienta alcanzó en estos cuestionarios una puntuación de 8,2 sobre 10 puntos posibles.
La previsiones iniciales del gobierno central apuntaban a que el despliegue total de RadarCOVID en todo el territorio estatal llegaría a mediados de este próximo septiembre. Siempre, claro, que todas las autoridades autonómicas den su visto bueno. Por ahora, sólo la comunidad de Canarias, ya en su totalidad, la tiene activada.
¿Qué es? Una aplicación móvil desarrollada por el Ministerio de Asuntos económicos y Transformación digital. La ‘app’ utiliza la conexión ‘bluetooth’ de los terminales, a través de la cual los móviles emiten y observan identificadores anónimos de otros teléfonos que cambian periódicamente. Cuando dos terminales han estado durante 15 o más minutos a dos metros o menos de distancia, ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro. Posteriormente, si uno de esos usuarios fuera diagnosticado como positivo por covid-19 tras realizarse la PCR, decidiría si da su consentimiento para que, a través del sistema de salud, se pueda enviar una notificación anónima a la ‘app’.
Fase piloto superada. Tras superar una primera fase de pruebas, circunscrita a la pequeña isla canaria de La Gomera, la ‘app’ ya funciona y registra los contactos de cualquier usuario de Android o iOS que se la descargue. Sin embargo, los sistemas de salud de las comunidades deben integrarse a la herramienta para poder notificar a los usuarios los contagios y que RadarCOVID envíe sus alertas. El Gobierno Vasco analiza estos días la posibilidad de adherirse a ella.
Despliegue total. El ejecutivo central calcula que la ‘app’ podría estar activa en todo el Estado, siempre que así lo aprueben las autoridades de cada comunidad, a mediados del próximo septiembre. Hasta entonces, los gestores de la ‘app’ deberán llegar a un acuerdo con los territorios para que proporcionen un ‘código de infectado’ a cada persona positiva con covid-19 para que pueda introducirlo en la ‘app’.También está por determinar todavía a qué teléfono podrán llamar las personas que reciban la notificación de que han estado en contacto con una persona positiva.
6,4
Contactos estrechos por cada persona usuaria contabilizó de media la ‘app’ en su fase piloto.