- El curso político municipal enfila su proa hacia el vacacional mes de agosto exento de actividad en las salas y pasillos de la casa consistorial. Llega el momento de poner fin a una convulsa primera mitad de año, lastrada en los cimientos sanitarios y económicos por el azote del covid-19.
Los primeros meses de la segunda legislatura de Gorka Urtaran al frente de la Alcaldía arrancaron con unas buenas perspectivas de despegue económico y social. Sin embargo, el 28 de febrero la confirmación de una primera infección por coronavirus en las entrañas del complejo hospitalario de Txagorritxu dio paso a un tsunami sanitario. Fueron semanas trepidantes en las que la adopción de más un centenar de medidas sirvió para contener la hemorragia del primer envite de la pandemia. La llegada a esa extraña nueva normalidad no ha hecho desaparecer la amenaza de un patógeno, que sigue castigando a la ciudad con menor virulencia, y muestra su peligrosidad en cuanto se baja la guardia y no se aplican las medidas de prevención obligatorias.
La emergencia sanitaria ha dejado una profunda secuela económica y será el próximo mes de septiembre cuando, tras la atípica romería de Olarizu, el gabinete Urtaran acometa la redacción del esbozo de las nuevas cuentas de la ciudad para el ejercicio 2021. El paréntesis de actividad en el último trimestre ha dejado un lastre en todos los ámbitos y sectores del que tampoco escapan las finanzas municipales. Todo son previsiones con respecto al impacto y las proporciones reales de una crisis que ya está sobre la mesa. No será hasta el último trimestre del año cuando se tenga la hoja de cálculo definitiva con los millones que dejarán de llegar a la Hacienda municipal. Eso supondrá un reajuste en las partidas a ejecutar o a tener que dejar alguno de los proyectos significativos en el cajón del olvido. Dentro de esos vaticinios se encuadran los 15 millones de euros que va a dejar de recaudar el Consistorio de Gasteiz por la merma en el cobro de impuestos. A ellos se suma la previsión de otros 38,3 millones que se dejarán de percibir desde el fondo de financiación de las entidades locales (Fofel) como ingreso que proviene desde la Diputación de Álava. Este último reajuste es más optimista que el de hace dos meses cuando la estimación rondaba los 45 millones de euros como dinero que se iba a dejar de trasvasar hacia la institución municipal. El golpe a las arcas es notable porque ese dinero del Fofel se va a ver recortado desde los 177 millones de las cuentas de este año hasta cerca de los 139 que se intuye pueden llegar para el ejercicio 2021. La suma de ambas cantidades llega a los 53,3 millones de euros que no van a estar disponibles dentro del capítulo municipal de gastos para el ejercicio venidero.
A la hora de cubrirse las espaldas ante el panorama que se avecina, la institución municipal ya puso en marcha remedios para contener la sangría. En los meses más duros de la pandemia se revisaron todas y cada una de las partidas del presupuesto para proceder a un reajuste de las cuentas. Fruto de esa tarea se ha procedido a "retener" partidas que ascienden a 38 millones de euros como "medida de prudencia por parte del Ayuntamiento", recalca el concejal de Hacienda, Iñaki Gurtubai, en cada ocasión que los grupos de la oposición le interrogan por los recortes en las cuentas. A todo ello se añaden las negociaciones con las entidades bancarias para negociar aplazamientos en las amortizaciones de los préstamos que mantiene abiertos la institución por un valor de cinco millones de euros. La tercera de las medidas se centra en una previsión de hipotéticas ventas de parcelas municipales que puedan dejar en las arcas otros cinco millones. Esta triple batería de medidas adoptadas por el gabinete Urtaran llega a los 48 millones de euros con los que compensar esa bajada cifrada en los 53,3.
Esa ensalada de cifras es la que constriñe la elaboración de las futuras cuentas de Gasteiz para el año 2021. Existen sin embargo tres áreas donde no se van a mantener intactas sus partidas. Se trata de los departamentos de Políticas Sociales, Salud Pública y Promoción Económica, con los que se pretende blindar ese escudo que no deje a nadie fuera de su ámbito de acción para salir de esta nueva crisis económica. Así, por ejemplo, el área que encabeza la socialista Maider Etxebarria mantiene esos 12 millones de euros consignados al arranque del presente ejercicio para insuflar el empuje al comercio local y empresas para superar el golpe del coronavirus.
Más allá de estos pilares que se consideran imprescindibles para garantizar la estabilidad de la población y extender a todos los estratos ese manto de protección, ya se han confirmado algunos proyectos que quedan paralizados este curso y a la expectativa de cómo evolucione la situación económica para retomar su ejecución y desarrollo.
El nuevo auditorio, la ampliación del estadio de Mendizorroza y la contratación de la definición del proyecto de reforma del Teatro principal son los más mediáticos que la pandemia deja en suspenso. Los dos primeros contaban en el actual presupuesto en vigor con unas partidas de 300.000 euros, en el caso del estadio, y de 250.000 para la adecuación y encaje del auditorio en su nueva ubicación del Paseo de la Música.
La previsión de aportación municipal al proyecto del auditorio contemplaba una cantidad de 8.250.000 euros hasta el año 2023. En los doce meses próximos la partida iba a ser de dos millones de euros y subiría a tres en los dos ejercicios siguientes, mediante la figura de créditos de compromiso, para completar el global de ocho millones. En el caso del estadio de Mendizorroza y su ampliación a 27.000 localidades, a los 300.000 euros de este año, se sumaban los créditos de compromiso hasta 2023 y que ascendían a un total de 8.304.000 euros. Esa era la aportación municipal, a añadir a los siete que tanto la Diputación de Álava y el Gobierno Vasco se habían comprometido a destinar, 22 en total, dentro de un magno proyecto en el que el Alavés debía buscar financiación para los 33 restantes y cubrir así el estimado montante de 55 millones de coste de la reforma.
Otro de los destacados es la rehabilitación del singular edificio de El Áncora, en Abetxuko, para convertirlo en un centro de referencia de la agricultura ecológica que se cultiva en los cercanos huertos de Basaldea. Los 500.000 euros inicialmente destinados a este proyecto no se ejecutarán como consecuencia de los reajustes económicos. Este proyecto era uno de los puntos de acuerdo que se incluyeron en el acuerdo presupuestario del equipo de gobierno (PNV-PSE) y Elkarrekin a la hora de lograr la abstención de la formación de izquierda en la votación que permitió sacar adelante las cuentas para este año en curso. Al margen de estos tres grandes emblemas de la legislatura, existen una larga retahíla de proyectos más modestos que se van a ver afectados por ese reajuste de cantidades acometido desde el gabinete Urtaran. Algunos como la próxima edición del festival Magialdia ya han visto reducida su aportación desde los 80.000 euros a los 40.000 con los que finalmente va a contar el certamen que se celebra del 14 al 20 de septiembre próximos. En otra escala de prioridades proyectos incluidos en el programa de participación vecinal Gasteiz Hobetuz, como las pistas deportivas de Aldaialde se postergan también para el año 2021. Fue el propio edil del área, Borja Rodríguez, el que reconoció esta nueva calendarización del programa en una comisión del pasado mes de junio. En ese listado figuran acciones como el denominado Haurren auzoa, los nuevos huertos urbanos de Zabalgana, las soluciones viales en Lakuabizkarra y la renovación de la calle Malizahiza de la capital. En total se destinarán a ellos 1,44 millones de euros y que serán aplazados hasta la nueva edición 2021 del programa Hobetuz para su posterior ejecución en los años siguientes.
También en el desarrollo de diferentes comisiones los grupos de la oposición han puesto sobre la mesa recortes aplicados a convenios con diferentes colectivos y asociaciones. Así por ejemplo, el respaldo que se presta al 19% al BIC Araba cae un 19%, en un mayor porcentaje, el 29%, se aplica a un convenio con SEA, y se aumenta hasta el 30% a un evento como el FesTVal, que aglutina a las cadenas televisivas al inicio de la programación otoñal con la presentación de sus nuevas parrillas.
Mantener las partidas. Los departamentos de Políticas Sociales, Salud Pública y Promoción Económica conservan la misma cantidad asignada como áreas básicas que las considera
el gabinete Urtaran.
Proyectos paralizados. La construcción del nuevo auditorio, la ampliación de Mendizorroza, la contratación de la definición del proyecto de reforma del Teatro Principal, la recuperación del edificio de El Áncora en Abetxuko. Tampoco habrá ninguna partida para el Iradier Arena.
38,3
Millones del Fofel. La última previsión del dinero que llegará a las arcas municipales desde el fondo de financiación de entidades locales mejora los 45 que se iban a dejar de ingresar según los cálculos de hace dos meses.
15
Millones menos por impuestos. Los cálculos de la Hacienda municipal estiman en esa cifra la bajada que se producirá en la recaudación de los impuestos.
48
Millones en diferentes medidas. Para hacer frente a esa merma de dinero, el Ayuntamiento de Gasteiz ha retenido partidas en la mayoría de departamentos por valor de 38 millones de euros. A ello se suman otros cinco tras haber negociado el pago de las amortizaciones por los créditos que tiene abiertos la institución. Otros cinco millones espera recaudar también por la venta de parcelas de propiedad municipal.