- El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja lleva trabajando desde el inicio de la crisis provocada por la pandemia en el diseño de un plan de actuación para paliar los efectos del coronavirus, en coordinación con las diferentes asociaciones que componen el sector. Ayer mismo, una extensa carta de seis folios fue enviada a los presidentes de los gobiernos vasco, riojano y navarro explicando la situación, las gestiones realizadas y proponiendo la realización de un programa de trabajo para ayudar a los vitivinicultores de la Denominación.

Para dar respuestas a las peticiones de ayuda que realiza el sector, Fernando Salamero, presidente del Consejo, señaló que “hemos desarrollado una hoja de ruta de recuperación económica que aúna los intereses de la Denominación recogiendo las necesidades planteadas por nuestros operadores”. “Además de las actuaciones tácticas acometidas al inicio del estado de alarma, el Consejo está ahora inmerso en la consecución de los respaldos necesarios para una sólida estrategia de salida”.

En la misiva enviada al lehendakari, Iñigo Urkullu, se solicita una campaña de comunicación institucional ambiciosa en favorecimiento del enoturismo y la visita a la Denominación, matizándose que esta se debería realizar con el desescalamiento de las medidas de confinamiento y apertura pública de establecimientos. También se reclama que se agilicen, simplifiquen y sumaricen los trámites para la liquidación de pagos a cuenta de la medida de promoción de la Organización Común de Mercado y todas las incluidas en su programa nacional de apoyo, en la medida que se trata de dinero adelantado por los operadores, haciendo extensiva esta petición en relación con la justificación final de la anualidad 2020/2021, que finaliza el 30 de abril.

Por último, el Consejo pide al lehendakari y a los otros dos presidentes que se arbitren medidas fiscales y ayudas directas al sector vitivinícola de cara a la recuperación económica del mismo, apoyando las demandas realizadas por las asociaciones para el impulso de ayudas directas al sector viticultor y bodeguero, cuyos ingresos caerán de forma intensa en el año 2020, con el fin de ayudarles a superar esta profunda crisis.