San Prudencio en casa

El primero, creador de la tarta de San Prudencio y acostumbrado a endulzar los paladares de miles de alaveses año tras año, reconoce que vivirá hoy y mañana la fiesta "con nostalgia". Para el segundo, uno de los impulsores allá por finales de los años 80 de la tamborrada independiente, será una noche de recuerdo "a toda la gente que no va a estar" debido al covid-19. La tercera, una de las primeras mujeres en salir a tocar a la tamborrada oficial con el traje de cocinera, asume que esta noche "seguro que cae una lágrima" por su vinculación con la fiesta, que va más allá de su participación activa en su momento más álgido. Gómez, Arce y López de Sosoaga se han animado a compartir con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA su histórica pasión por San Prudencio y todo lo que tienen preparado para celebrarlo en sus respectivos domicilios en compañía de sus familias.

" La relación de Gómez con San Prudencio se remonta "a hace muchísimos años", según recuerda al otro lado del teléfono. Media vida, para ser más exactos, porque tenía 27 años cuando comenzó a salir a bailar en la tamborrada, vestida de majorette, junto a su amiga Izaskun Belakortu, a quien conoció en la sociedad Casino artista vitoriano a la que pertenecían sendos familiares. "Era una pasada. El recuerdo es fenomenal: Nos trataban como a reinas, disfrutábamos la fiesta... Y había también una responsabilidad y unos nervios, porque tocaba salir, bailar... Ahora se vive de forma diferente, pero el gusanillo siempre está ahí la medianoche del día 27", reconoce Gómez. El hecho de que su padre Prudencio, ya fallecido, naciese el 28 de abril hace de esta fecha un día si cabe más especial para esta vecina.

Gómez salió de majorette "durante muchos años", hasta que decidió dejarlo y pasar el testigo a las nuevas generaciones. Tendría "más o menos 30 años", el momento en el que muchas de las mujeres que participan activamente en la tamborrada pasan a ser cantineras, pero tanto ella como Belakortu y varias compañeras más quisieron ir más allá y se "pelearon" por salir de cocineras para tocar el tambor como ellos. Corría el año 2001. "Hubo bastante polémica porque había sociedades y personas que no querían. Era una tradición que saliesen los hombres tocando y hasta nos preguntaron si queríamos organizar una cosa alternativa, como en los alardes", rememora Gómez.

Pero lo consiguieron, y hace ya tres años tanto ella como su amiga recibieron un cálido homenaje público por haber roto esos moldes. Más adelante, Gómez participó también en la creación de un nuevo personaje para la tamborrada de San Prudencio, las aguadoras, a las que interpretan las mujeres más mayores que participan en esta tradición. Ella, ahora sí, acostumbra a salir de cantinera y desde 2006 participa en la organización de la tamborrada infantil y en la coordinación de sus ensayos.

Hablar de Luis López de Sosoaga, presidente de la Asociación alavesa de pasteleros, es de hacerlo de un hombre profundamente vinculado a esta fiesta, "un día importante" en sus palabras. Sobre todo, desde que hace ya 35 años, en 1985, de su cabeza y de sus manos maestras surgiese el refrescante postre tradicional de esta efeméride, la tarta de San Prudencio, que el gremio entrega todos los años a las principales instituciones del territorio. Este año será bien diferente, y el obrador de Sosoaga por ejemplo cerrará sus puertas debido a la crisis sanitaria.

Luis, ya jubilado, en realidad nunca se ha desvinculado de la profesión a la que ha dedicado su vida y "de vez en cuando" echa una mano al hijo que ahora lleva las riendas del negocio. Sin embargo, reconoce que pasará la jornada "con pena, sin poder ofrecer a todos los vitorianos y alaveses el postre", como ha hecho durante tantos años. El veterano pastelero, no obstante, avisa de que "cuando la cosa mejore", este mismo año si todo va bien, "cualquier fin de semana" se animará a elaborar la tarta para, al menos, vivir una parte importante de la fiesta en diferido. "Mucha gente hoy no va a tener muchas ganas de celebrar porque hay desánimo y preocupación, pero ya pensaremos algo", vaticina

López de Sosoaga también participó en la creación de la gran chocolatada de San Prudencio, uno de los eventos más importantes que se celebran todos los 28 de abril en el centro de Vitoria junto a la tamborrada txiki, así como del premio Dulce, que el año pasado fue otorgado en su primera edición al periodista Txerra Díez Unzueta. Por desgracia, el galardón quedará desierto este San Prudencio, al menos temporalmente, y no por falta de candidatos.

"San Prudencio, para mí, es fundamentalmente la Retreta. Cualquiera de las dos, la del Ayuntamiento o la de la Diputación. Es un día que para mí significa ver siempre a mucha gente que habitualmente no ves. Son momentos importantes para la vida de la ciudad". Paradójicamente, o no tanto, quien así se expresa es Juan Ignacio (Txato) Arce, uno de los impulsores de uno de los actos que durante años más ha animado las calles de Gasteiz por San Prudencio al margen de su programa oficial. Se trata de la tamborrada independiente, que surgió a finales de los años 80 de la mano de la sociedad Hor-Konpon, a la que Arce todavía hoy pertenece, cuyos integrantes no podían participar en la oficial al estar cubierto el cupo.

No cejaron en su empeño y llegaron a juntarse 80 personas y 40 músicos, que con el tiempo y muchas horas de trabajo crearon cuatro partituras para sus distintas sonoridades: Los bombos, los atabales, los tambores y los barriles. "Una tamborrada muy potente, de mucho nivel", recuerda Arce, que incluso un año fue invitada a tocar en el día de San Sebastián, en Donostia.

La tamborrada independiente poco a poco "se fue haciendo mayor" y, como San Prudencio se celebra "en una fechas muy apetitosas para salir de vacaciones", dejó de celebrarse alrededor de una década después. "Nos empezamos a hacer mayores, a tener hijos, y llegó un momento en que la familia tiraba más que la tamborrada. Lo dejamos cuando ya no era posible mantener la misma calidad", rememora Arce, que sin embargo ha seguido manteniendo una estrecha vinculación con la fiesta por estar unido también a la sociedad cultural Indarra. Prácticamente "todo los años" ha participado en la Retreta, bailando primero y organizando después, y también en el zortziko que se celebra a las 9.00 horas del día 28 frente al Palacio foral.

Amante también de la trompeta, como puede apreciarse en la imagen que acompaña a estas líneas, Arce no dudará esta noche en interpretar la retreta desde una de las ventanas de su casa. "Intentaremos darle ambiente y color a todo esto, que falta hace", promete este vecino. Al margen de ello, cenará en familia y se unirá junto a una docena de miembros de su cuadrilla vía Skype a una suerte de celebración virtual.

Begoña Gómez también sacará del camarote su traje de cocinera, se lo enfundará y participará, esta vez desde la ventana, en las diferentes tamborradas que se han convocado este año por San Prudencio. "Se me ponen los pelos de punta y me emociono sólo de pensarlo. Es muy triste, pero lo primero es lo primero, porque sin salud no hacemos nada: Ni trabajo, ni fiesta, ni nada", asume Gómez. No hay que olvidar que la de hoy será la primera tamborrada de San Prudencio suspendida desde 1976, el año en que se escribió parte de la historia negra de Gasteiz tras aquel fatídico 3 de marzo.

Mientras tanto, Luis López de Sosoaga y su familia también hará "una pequeña fiesta" en casa, pero guardando en todo caso "las energías para más adelante". "A ver si esto se pasa pronto. Ahora estamos luchando contra el virus, pero a partir de ahora vamos a tener que luchar por la vida", avanza el veterano pastelero. De momento, hoy y mañana tocará disfrutar en la medida de lo posible.

Liturgia. Para vecino de Gasteiz como Luis López de Sosoaga, Juan Ignacio (Txato) Arce o Begoña Gómez, el 27 y el 28 de abril son dos fechas marcadas en rojo en sus calendarios, también en momentos como éste.

Desde el 3 de marzo. La de hoy será la primera tamborrada de San Prudencio suspendida desde 1976, el año en que se escribió parte de la historia negra de Gasteiz tras el fatídico 3 de marzo.

1985

La tarta San Prudencio cumple ya 35 años, desde que en 1985 surgiera de la mano de Luis López de Sosoaga.

"Intentaremos desde la ventana darle ambiente y color a todo esto, que falta nos hace"

"Será una pequeña fiesta en casa, pero guardando las energías para más adelante"

"Se me ponen los pelos de punta y me emociono sólo de pensar en cómo será esta tamborrada"