- La secretaría general de Instituciones Penitenciarias anunció ayer que el centro penitenciario de Zaballa reabrirá esta semana su taller productivo, cerrado desde el pasado 19 de marzo debido a la crisis sanitaria ocasionada por el covid-19.
En este taller se fabrican piezas para el mantenimiento de ascensores y el cableado de diferentes equipos sanitarios. Desde Instituciones Penitenciarias informaron, además, de que la reapertura se va a realizar con “el personal mínimo imprescindible para dar a basto a los pedidos de urgencia”. En ese sentido, no serán más de 10 internos por taller, y el acceso de los trabajadores externos no penitenciarios que asesoran a los internos ser realizará con “estrictas condiciones”, como tener la prueba PCR del coronavirus negativa o una declaración responsable, así como estar dotado de equipos de protección individual.
“El acceso se realizará de tal manera que se limite lo máximo posible el contacto con la población reclusa”, incidieron desde esta secretaría que pertenece al ministerio del Interior del Gobierno central.
Junto a Zaballa, también recuperará su actividad en las mismas condiciones que el centro penitenciario alavés la prisión Madrid VII, en Estremera, que se dedica también a la fabricación de piezas para el mantenimiento de ascensores, “muchos de ellos ubicados en hospitales”.
Asimismo, además de la posibilidad de ir reabriendo paulatinamente otros talleres productivos, desde Instituciones Penitenciarias recordaron también que son varios los centros que han mantenido operativos sus talleres en plena crisis sanitaria porque reorientaron su producción y en estos momentos se están dedicando a producir material sanitario. Es el caso, por ejemplo, de prisiones como Sevilla I, Madrid I o las prisiones de Huelva, Córdoba, etc. que realizan batas o mascarillas -dependiendo del taller- para hospitales y otros centros.