- Es uno de los acontecimientos más esperados en Euskadi y en otras regiones de nuestro país. El txotx, la temporada de las sidrerías, que va desde finales de enero, desde San Sebastián, hasta mayo, apenas se pudo estrenar como contó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Y es que el coronavirus, la pandemia, "nos ha pillado de pleno. Cuando la gente ya comenzaba a venir bien, cuando ya teníamos las reservas a tope, las sidrerías completas, nos vino el covid-19", cuenta con bastante desesperación Benito Peciña, propietario de la Sidrería Kuartango.

Para esta actividad, el problema no estriba en que cuando la alarma sanitaria acabe se habrán perdido dos o tres meses, lo que es la propia temporada de la sidra. La cuestión es que "no vamos a empezar en mayo, recuperando rápidamente, porque creemos que pondrán medidas restrictivas en cuanto al aforo. Además, en mayo se nos acaba la temporada y tanto Koldo Markinez, de Trebiñu Sagardotegia, en Askarza, en Trebiño, como nosotros, es cuando más trabajo tenemos, porque de enero a mayo es cuando logramos la mayor parte de los ingresos que nos permiten cubrir el ciclo anual. Y eso que abrimos todo el año".

De esta manera, la lectura que realiza Peciña de la situación es que "si abrimos en mayo no podremos decir que hemos perdido solo tres meses, sino que hemos perdido el periodo en el que facturamos para poder afrontar todo el tema de bodega y el resto de los gastos de estructura, tanto los contratos y los gastos de explotación. Por eso no perdemos tres meses, sino casi todo el año".

Y no para ahí el problema. Las kupelas están a rebosar de una excelente sidra, porque la campaña ha sido muy buena. Por lo tanto, hay que dar salida a ese producto embotellándolo o dándole alguna solución. Para Benito Peciña, y matiza que es una opinión personal, "la sidra está mejor en el depósito. En estos momentos voy como dos veces a la semana a la bodega para ver cómo va la sidra y para algún trasiego que siempre tengo que hacer. Naturalmente voy solo, allí no hay nadie, porque lo que no puedo hacer es tirar 40.000 litros de sidra por la fregadera".

A la falta de actividad en la temporada alta de la sidra se le unen otros problemas que Benito Peciña ya ha comenzado a tratar. Cuenta que ya se ha puesto en contacto con la Denominación de Origen, "con los guipuzcoanos, porque vamos a tener una situación complicada, tanto los sidreros como las bodegas de vinos, porque tantos unos como otros hemos tenido problemas similares de falta de ventas". Y avisa alarmado que la cuestión es que las grandes bodegas, que tienen un excedente tremendo de vino o de sidra, pueden empezar a tirar precios, "y si nos tiran los precios, la única posibilidad que tenemos nosotros, como es intentar sacar algo de las botellas, lo poco que podamos sacar para mantenernos, no podrá ser, porque no vamos a poder competir con sidreros que directa o indirectamente hagan promoción encubierta de dos por uno, por ejemplo".

Con esta perspectiva los sidreros alaveses se enfrentan a muchos peligros. El primero que "con esta temporada hemos perdido el año, porque realmente la capacidad que tenemos los pequeños, sobre todo los que estamos aquí en Álava, es que sobrevivimos gracias a la temporada" y con eso logran mantener puestos de trabajo y afrontar los gastos de la explotación para poder llegar hasta la temporada siguiente. "Si esto nos pilla en septiembre, nos hace un daño como a cualquier otro restaurante€, pero no tanto como ha sido ahora".

La realidad, y muestra el libro de reservas, es que tenían ya lleno total muchos días "y no es nada especulativo, ni reservas hipotéticas. Es que teníamos lleno y debíamos decir a la gente que llamaba que ese día no se podía". Con todo ello, el futuro no pinta bien. Insiste que los sidreros alaveses con pequeños y que no tienen mucha capacidad económica "porque lo hemos hecho todo a puro huevo, vivimos al día y como no se pueda hacer frente a todos los gastos que vienen, abras o no abras, nos lo vamos a ver muy mal".

En Kuartango, Benito había realizado una importante inversión, porque había comenzado a desarrollar todo el tema de bodega. De hecho, en Kuartango se elabora algo más de la mitad de la sidra que se prepara en Álava. Por eso "ahí tenemos una inversión que se podía mantener gracias a lo que es la temporada de la sidra, pero que ahora no llega con la cuenta de explotación. ¡Y nos dirán que no haberlo gastado!, pero ese es el tema, que vamos al día".

Lo que los sidreros no han recibido son muchas llamadas de las administraciones públicas, según reconoce el sidrero de Kuartango. El ayuntamiento de Kuartango sí que se puso en contacto con él. Eduardo Fernández de Pinedo "sí se interesó por nuestra situación, aunque la capacidad que puede tener este ayuntamiento para ayudarnos es muy limitada como para hacer gran cosa. Pero el detalle está ahí". Añade que a nivel de Diputación, nada. Y desvela que cuando cerraron, sacaron un comunicado junto con los guipuzcoanos, "porque los días anteriores teníamos una gran cantidad de reservas y no queríamos quedar mal con nadie. En aquel comunicado pedíamos disculpas a los clientes por tener que cancelar todas a causa del cierre, pero aquello significó que perdimos una semana más, la anterior al cierre, un tiempo que no están contabilizando los medios oficiales".

Lo que van a intentar es potenciar un programa de venta online de la sidra almacenada "no tanto para sacar algo, como para no hundirnos". La idea es tratar de tirar de algún sitio, "para que no tengamos que cerrar, en una palabra". Para ello van a poner en circulación la sidra, la sidra con limón, el vinagre, el zumo y la sidra de fuego.

El txotx de la campaña 2019/2020 se celebró el 16 de enero en la propia sidrería de Kuartango, con la presencia de los sidreros alaveses, tanto de esta localidad, como de Askarza e Iturrieta, así como representantes de la Red de Semillas. En aquella celebración se hizo público que la producción de esta campaña 2019/2020 llegaba a 95.000 litros de sidra, así como a los 15.000 de zumo de manzana.

Campaña frustrada. Las sidrerías del territorio dan por perdida la temporada debido a la irrupción del coronavirus, pero el problema tiene varias aristas. Las kupelas están a rebosar de una excelente sidra, porque la campaña había sido muy buena, y los profesionales deben dar salida al producto embotellándolo o dándole alguna solución.

¿Una salida? Las sidrerías van a intentar potenciar a partir de ahora un programa de venta 'online' de la sidra almacenada "no tanto para sacar algo, como para no hundirnos". La idea es tratar de tirar de algún sitio, "para que no tengamos que cerrar, en una palabra". Para ello van a poner en circulación la sidra, la sidra con limón, el vinagre, el zumo y la sidra de fuego. Según se dio a conocer en el 'txotx' celebrado en la sidrería de Kuartango el 16 de enero, la producción de esta campaña 2019/2020 llegó a los 95.000 litros de sidra, así como a los 15.000 de zumo de manzana.

El propietario de Kuartango Sagardotegia pone voz a la difícil situación que atraviesa el sector sidrero como consecuencia de la pandemia del covid-19.