Dulantzi - El albergue del Camino de Santiago de Dulantzi recibió en 2019 un total de 123 visitantes. Los caminantes que accedieron al recinto respondían a un perfil muy amplio, con peregrinos de entre 10 y 83 años procedentes de lugares tan dispares como el Estado, Alemania, Francia, Estados Unidos o Corea del Sur.
El recinto, ubicado en pleno Casco Histórico, se ha convertido en una parada obligada para quienes realizan la Ruta Jacobea por la Llanada Alavesa, tal y como demuestran los datos recogidos por la experiencia del día a día en el propio albergue, según explica José Mancebo, secretario de Tullonium, asociación que se encarga de la gestión del centro.
La franja de edad de los usuarios del albergue es muy variada. "Los peregrinos proceden, sobre todo, del Estado". De quienes responden a este perfil (84 contabilizados en 2019), 23 llegaron desde Cataluña, seguidos cuantitativamente por vascos, valencianos, balerares, madrileños, cántabros, canarios, conquenses, gallegos y malagueños, apunta Mancebo. Además, pasaron por el recinto dulantziarra 34 extranjeros entre alemanes, franceses, ingleses, holandeses, brasileños, estadounidenses, italianos y coreanos. Con todo ello, los registros de 2019 superan en un 31% los visitantes atendidos en el año precedente.
Desde Tullonium destacan que "las valoraciones que nos dejan los peregrinos en el libro de visitas son muy positivas tanto por el local, como por los servicios del albergue, las atenciones prestadas y, sobre todo, la atención por parte de los hospitaleros". En ese sentido, la opinión de los peregrinos sitúa a este recinto como uno de los mejores por los que han pasado, destacando el entorno, el pueblo, la tranquilidad y su buen funcionamiento.
Precisamente, y con el fin de mejorar la estancia de aquellos que eligen Dulantzi como lugar de descanso en su recorrido del Camino de Santiago, desde su apertura en 2010 se han llevado a cabo varias mejoras para hacerlo más funcional y cómodo. "Se han ampliado las plazas de 8 a 12, añadiendo dos literas dobles, colocadas en un espacio separado para dar intimidad si se da el caso de que vengan varias personas en diferentes grupos", añade Mancebo. También el centro cuenta con un espacio "para dejar las bicicletas y evitar que estén expuestas". A ello hay que sumar la compra de una secadora, la ampliación de mesas y sillas, la calefacción o los juegos de cama desechables de un solo uso, entre otros aspectos. Lógicamente, al equipamiento hay que añadir que en Dulantzi se puede conseguir la credencial del Camino de Santiago a través de la citada asociación.
En la valoración hecha por los miembros de esta asociación se hace una mención especial a la etapa txiki del Camino de Santiago celebrada en el mes de septiembre entre Agurain y Dulantzi en la que participaron una docena de niños de entre 10 y 12 años acompañados de padres o tutores y de cuatro hospitaleros y dos voluntarios. "Los niños durmieron en el albergue después de hacer la etapa acompañados por los hospitaleros. Tras el desayuno se les entregaron las credenciales de peregrino y se les regaló una vara y una concha del camino", explican desde la asociación presidida por María José Anguiano. El objetivo de esta etapa es, según reconocen desde Tullonium, "enseñar a los pequeños la cultura del peregrino y sus valores, así como darles a conocer el entorno del Camino y una forma de viajar sostenible. Como la experiencia fue todo un éxito este año 2020 también tenemos programada una segunda etapa txiki que irá desde Dulantzi a Gasteiz y se repetirá la de Agurain a Dulantzi para nuevos niños de esa edad que quieran hacerla", adelanta Mancebo.
El albergue es de propiedad municipal aunque está gestionado por Tullonium de manera voluntaria en convenio con el Ayuntamiento. Actualmente el recinto se abre durante todo el año, "pensando que de esta manera pueda incrementarse notablemente el número de peregrinos y al mismo tiempo dar a conocer el patrimonio cultural e histórico de Alegría-Dulantzi", puntualiza el secretario de Tullonium. El albergue se ubica en la antigua farmacia del pueblo. El centro sirve para apoyar el paso de esa vía por territorio alavés y para resaltar la importancia cultural tanto de ésta como de otras localidades, sin olvidar los beneficios que puede suponer para los distintos establecimientos de la zona.
Este año el albergue permanecerá abierto de enero a diciembre a partir de las 13.00 horas y se cerrará a las 22.00 horas. Eso sí, todos los peregrinos que pernocten en el albergue deberán abandonar las instalaciones antes de las 9.00 horas a fin de proceder a la limpieza diaria.
El uso del albergue es voluntario y se establece un donativo de cuatro euros como muestra del espíritu solidario y de fraternidad que impregna el Camino de Santiago para de esta manera contribuir y colaborar con la asociación en el mantenimiento de las instalaciones para uso de futuros peregrinos.
La Ruta Jacobea alavesa no es tan conocida como la francesa, que discurre por Pamplona y Logroño, aunque con los años está tomando una mayor importancia. La ruta llega a Dulantzi después de haber atravesado localidades como Zalduondo o Agurain y la abandona después de dejar atrás Elburgo. "Se está convirtiendo en uno de los tramos más utilizados a medida que el camino francés se está saturando. Se trata de un camino más dificultoso, pero más seguro", apuntan desde Tullonium.
Además la ruta del Camino de Santiago a su paso por la Llanada oriental dispone de un albergue para peregrinos en la localidad de Agurain que abrió sus puertas en 2014. El albergue está situado en el antiguo local de las ambulancias, junto al campo de fútbol de Agurain.