labastida - La localidad de Labastida cuenta desde ayer con dos zonas de compostaje de materia orgánica, aunque una de ellas, ubicada al lado de la ikastola, fue la protagonista de las presentaciones, ya que dará servicio tanto a la ciudadanía implicada en esa labor como al propio centro escolar.

Para que el acto revistiera el certificado de compromiso, un numeroso grupo de estudiantes de la ikastola, acompañados por el director del centro, Ketxu Bedialauneta, así como por la alcaldesa de Labastida, Laura Pérez; el presidente de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, Joseba Fernández; el responsable de Medio Ambiente de la comarca, Aitor Senar, y otros responsables acudieron al punto de compostaje que se ha situado en un lateral de la ikastola, en zona pública y muy cerca del polideportivo.

Fernández comentó que el proyecto de compostaje está pensado especialmente para uso de la ikastola, pero que es de todos y para todos. No es el primero porque “ya llevamos instalados varios puntos de compostaje y lo que queremos es seguir extendiendo este sistema”, anunció el presidente de la Cuadrilla. El presidente de la institución comarcal destacó que este sistema tiene una gran importancia para los pueblos de Rioja Alavesa porque “el tema de los residuos es un asunto candente y de actualidad. Todo lo que podamos separar y lo que podamos evitar llevar al vertedero y convertirlo en orgánico es una buena noticia”, consideró.

Por su parte, la alcaldesa de Labastida manifestó que desde el Ayuntamiento “hemos querido hacer esta apuesta por la recogida orgánica de los residuos y lo queríamos llevar a cabo con nuestros jóvenes estudiantes porque ellos son el futuro y los que pueden empujar el carro de la sensibilidad familiar con esta actividad”, indicó. La idea es que este “sea un proyecto no sólo de la ikastola, sino de todo el pueblo de Labastida, que participen los vecinos, ya que ésa será la manera de que también se implique el comercio y la hostelería en esta apuesta por la mejora del medio ambiente”, destacó.

la planta La planta de compostaje resulta llamativa por la información que ofrece, la buena organización de las composteras, el suelo especial para que no haya encharcamientos y la ausencia total de malos olores. Los grandes cajones, que se van utilizando de uno en uno, ya que hasta que no se llena uno no se abre el siguiente, se han colocado sobre un suelo de hormigón con orificios y en un lateral hay un gran saco son restos vegetales de poda.

Los usuarios de ese punto de compostaje son personas que han recibido previamente una formación somera sobre el tipo se residuos orgánicos que pueden depositarse en la cajonera. Y una vez depositados, se echan unos puñados de los vegetales de poda y se deja para que vaya descomponiéndose poco a poco. El final es la existencia de un mantillo excelente para tiestos y huertos familiares que está a disposición de quien desee utilizarlo.