labastida - Un terreno de diez hectáreas, La Carbonera, es el nuevo proyecto de la Familia Torres en la Denominación de Origen Calificada Rioja. La iniciativa rinde tributo a la historia vitícola de Labastida, centrándose en el origen y la tipicidad para elaborar vinos singulares que interpreten el paisaje de este rincón de Rioja Alavesa, que ha logrado conservar su biodiversidad, su paisaje y los restos arqueológicos relacionados con la vitivinicultura.
Impulsado por la quinta generación de la familia y liderado por el enólogo vitoriano Julio Carreter, este proyecto vitivinícola, que tiene en los viñedos propios su seña de identidad y toma el nombre de su finca más emblemática, es el resultado del conocimiento adquirido a lo largo de más de una década de presencia en esta región, identificando los diferentes terruños y las mejores parcelas y uvas. Y de ahí nace Las pisadas, el primer exponente de la nueva apuesta riojana de la Familia Torres. Las pisadas 2015 es un vino de Labastida, tinto 100% tempranillo y resultado de un minucioso trabajo de selección de parcelas, caracterización de la tipología de vinos y búsqueda de la tipicidad. Este vino y el lugar donde nace fueron presentados ayer a representantes de los medios de comunicación y blogueros a quienes se invitó a una inmersión en la actividad vitivinícola invitándoles a vendimiar, a pisar la uvas, a prensarlas y a catar el mosto y el vino.
El evento fue presentado por Julio Carreter, acompañado de Xavier Rubires, enólogo jefe de las bodegas de la Familia Torres fuera de Cataluña, y de Miguel Ángel Larreina, uno de los mayores expertos en Rioja Alavesa y autor de la obra inédita realizada con motivo de esta presentación, donde resume las particularidades que hacen de Rioja Alavesa una región vitivinícola especial, vinculando el vino con la historia de la comarca, las características de sus viñedos y los aspectos de su biodiversidad.
Estas uvas con las que Torres elabora sus vinos proceden de viñedos tradicionales de entre 25 y 50 años, plantados en vaso y cosechados a mano, repartidos en tres zonas situadas a diferentes alturas: la zona baja, próxima a la ribera del Ebro, está situada entre los 440 y 460 metros; la zona media en los alrededores de Labastida se sitúa a 540 metros sobre el nivel del mar, y las parcelas de la zona alta se encuentran a las faldas de la sierra de Toloño, entre 600 y 650 metros de altura, dando lugar a vinos más frescos que los que se obtienen en las otras zonas, más maduros y concentrados.
De la selección de los mejores lotes, que se vinifican por separado en depósitos de acero inoxidable y envejecen durante 10 meses en barricas de roble francés de 225 y 300 litros, parcialmente nuevas, y otros 12 meses en botella, nace un vino fresco, frutal y sedoso, que resalta la tipicidad de los viñedos más privilegiados de Rioja Alavesa. De intenso color cereza oscuro, carácter frutal, muestra recuerdos de confitura de frambuesas, notas de frutos secos (dátiles) sobre un fondo especiado (clavo) y paladar sabroso, cálido y sensual.
Las pisadas es, según Carreter, “un vino de municipio donde hemos pretendido reflejar la tipicidad de la uva tempranillo de Labastida, de sus diferentes zonas y altitudes, que le aportan características concretas. Es un vino con un estilo fresco, donde predomina la fruta a la madera, potenciando la finura y la elegancia frente a la concentración”. Un vino cuyo nombre evoca los días en los que el vino se hacía a cielo abierto, en lagares excavados en la roca, y que interpreta el paisaje del entorno de Labastida, en honor a su largo acerbo vinícola.
El proyecto La Carbonera toma el nombre de la histórica finca catalogada como viñedo singular de la que nacerá en un futuro un vino icono y en cuya viña se encuentra uno de los antiguos lagares de piedra más notables de la comarca (Montebuena Norte). Con esta vieja viña de tempranillo -plantada hace 75 años- como su más preciado tesoro, La Carbonera pone en el foco el origen y la tipicidad de la zona, interpretando su paisaje a través de 18 hectáreas de viñedos en propiedad, parcelas plantadas en vaso situadas a diferentes alturas dentro del término municipal de Labastida, con suelos, orientaciones y microclimas distintos. Con este nuevo proyecto, la Familia Torres afianza su apuesta por Labastida, convencida del extraordinario potencial de esta histórica villa en la elaboración de grandes vinos. La centenaria bodega familiar inició su andadura en Rioja Alavesa en 2006.
Las huellas de la rica herencia vinícola de Labastida, un territorio bendecido por la naturaleza para el cultivo de la vid, se perciben en la misma villa y también en su entorno, donde se conserva una docena de antiguos lagares de piedra destinados al pisado de la uva para elaborar vino. Escondidas entre viñas, estas ancestrales estructuras constituyen un valioso patrimonio, donde subyace el origen del vino de Rioja Alavesa. Entre las vides de La Carbonera, se sitúa el lagar conocido como Montebuena Norte, considerado uno de los conjuntos arqueológicos más completos y atractivos de la comarca.
años. Es la edad de la finca La Carbonera, ubicada en el término municipal de Labastida y repleta del tempranillo que conforma el sabor de ‘Las pisadas’.
Meses. Son los que reposa ‘Las pisadas’ antes de salir al mercado. Diez meses en barricas de roble parcialmente nuevas y un año en botellas.