el aeroclub gasteiztarra Heraclio Alfaro exhibe desde ayer y durante todo este fin de semana en el centro de la ciudad un avión de observación que participó en la Segunda Guerra Mundial y que después adquirió esta entidad, en los años 50, como paso previo a buscar apoyos para restaurarlo y que vuelva a volar.

Integrantes del aeroclub montaron en el avión, un Auster MK5, bajo la pérgola de la calle Sancho El Sabio, en pleno Ensanche de la capital alavesa, donde la nave permanecerá hasta la jornada de hoy para que los vitorianos puedan disfrutar de esta joya de la aviación que forma parte de la historia de la ciudad.

Se trata de un clásico del aire muy valorado por los aficionados. “Todavía hay algunos en vuelo, en España sabemos que hay otro, porque en su día se construyeron muchos para la Segunda Guerra Mundial. Cuando terminó la guerra eran muy caros de mantener, así que los repartieron por los aeroclubes de Europa”, explicó ayer el presidente del aeroclub, Eduardo Zapatería.

Por la documentación con la que cuentan de este Auster MK5 saben que participó en la última etapa del conflicto, posiblemente en el decisivo desembarco de Normandía, como avión de observación.

“Se trata de un avión que vuela muy lento, por lo que servía de referencia para la artillería de tierra, que en esos tiempos era de ensayo-error. Desde el cielo los aviones de observación les iban diciendo por radio las indicaciones para los próximos disparos”, especificó el presidente del aeroclub gasteiztarra.

Aunque el avión formó parte de las propiedades de esta asociación de pilotos desde que el nieto del empresario de naipes Heraclio Fournier lo adquiriera en los años 50, no lo recuperaron hasta hace ahora diez años, cuando lo localizaron en un almacén de la vecina localidad navarra de Altsasu y lo llevaron a Vitoria.

valor sentimental “Para nosotros tiene un valor sentimental extraordinario, aunque ahora mismo está sin motor, tiene algunos golpes... Hay que restaurarlo, porque es un avión histórico”, recordó Zapatería, que desde el aeroclub buscará el apoyo tanto de las instituciones como de otras entidades privadas para intentar obtener financiación para poder realizar los arreglos.

Con todo, esta exhibición del Auster MK5 busca también reivindicar la figura de Heraclio Alfaro y sus aportaciones al mundo de la aviación, “porque es un personaje extraordinario que muy pocas personas conocen en Vitoria”, según especificó el presidente del aeroclub. “Todos lo relacionan con los naipes, pero él fue el que construyó el primer avión en España, y fue ingeniero aeronáutico y catedrático en el MIT”, enfatizó Zapatería.

Además de formar parte del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (Estados Unidos), Alfaro realizó aportaciones a la aeronáutica que sirvieron para mejorar los aviones y su estabilidad en el aire, como un nuevo diseño de los flaps de las alas o del perfil de las alas y el timón de profundidad del aparato, entre otras cosas.

Por eso, al coincidir esta semana con el 125 aniversario del nacimiento de este vitoriano, el aeroclub que fundó y que lleva su nombre le ha querido rendir un homenaje con el avión con el que el propio Alfaro surcó los cielos de Vitoria desde el antiguo aeródromo de Salburua en los años 50. En la actualidad el aeroclub cuenta con un total de 54 socios y dispone de tres aviones operativos, realiza actividades de formación y vuelos con pasajeros y también ejercicios acrobáticos.