Aumentan las ayudas al transporte de universitarios y estudiantes de Bachiller y FP
Cerca de 2.000 alumnos se benefician de esta partida de 410.000 euros
vitoria - Un año más, la suerte sonríe al alumnado alavés. Como es costumbre desde 2012, tanto el que es universitario como el que no lo es puede disfrutar, siempre que previamente haya realizado la solicitud, de la ayuda al desplazamiento que ofrece el Instituto Foral de la Juventud. Dicha subvención, cuya partida aumenta considerablemente este año, beneficia económicamente a, aproximadamente, 2.000 estudiantes, según informa Agustina Hormías, técnica de Juventud de la Diputación Foral de Álava.
La beca a cargo del Instituto Foral de la Juventud (255.000 euros) se concede a los jóvenes que cursaron sus estudios universitarios en 2017/2018 y que, para ello, necesitaron desplazarse a otro municipio diferente al de residencia. Para aquellos no universitarios que también requirieron transporte hacia un municipio diferente al suyo, ya sea para formarse en Bachillerato o en un ciclo formativo de grado medio o superior, existe la ayuda que otorga el Departamento de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial (tramo complementario con 110.000 euros), junto con el Instituto Foral de la Juventud (tramo general, 45.000). Para despejar dudas, Hormías aclara que ambas becas son “incompatibles” con las del Gobierno Vasco.
Respecto a las posibilidades de conseguir dichas subvenciones, la técnica de Juventud afirma, rotundamente, que si cumples con los requisitos, tienes beca. “Nuestro objetivo es darle a todos, sean o no universitarios. Queremos favorecer a los jóvenes, ya que no requerimos una cantidad determinada de ingresos”. Las condiciones cambian según la beca que se desee solicitar. En el primer caso, los requerimientos son más generalistas: ser menor de 30 años, estar empadronado en Álava, no tener ayudas del Gobierno Vasco y desplazarse de un municipio a otro. En el segundo se precisa también estar empadronado en un municipio de menos de 20.000 habitantes, como por ejemplo algunas localidades limítrofes a la capital.
Por otro lado, el número de solicitudes continúa ascendiendo ligeramente. “Este año están entrando a porrillo, no da tiempo ni a hacer un listado”, confirma Hormías. Pese a que aún no hay cifras exactas, ella asegura que este año las peticiones rondarán las 2.000, un crecimiento acorde al de otros cursos. A lo largo de 2017 hubo 1.527 solicitudes (universitarios), 110 más que en 2016. En los no universitarios, el aumento fue menor, siendo así 402 las personas que solicitaron la ayuda el año pasado, siete más que las realizadas el año anterior.
Sin embargo, la partida presupuestaria sí se ve incrementada notablemente respecto a 2017. Este año se destinan 30.000 euros más al alumnado universitario, además de un total de 115.000 euros extra para los no universitarios. Esto deja un total de 255.000 euros destinados a los estudiantes de universidad, cifra ciertamente superior a la de 2017 (228.010 euros), la cual se repitió en 2016. Los grandes beneficiados son, sin lugar a dudas, los alumnos que cursaron Bachiller o ciclos formativos de grado medio o superior, quienes, tanto en 2016 como en 2017, apenas contaron con 40.500 euros de ayuda. Dicha situación cambia drásticamente este año, siendo 45.000 euros los que aporta el Instituto Foral de la Juventud, además de otros 110.000 con los que colabora el Departamento de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial.
Será en noviembre cuando se haga el pago a todos los jóvenes que cumplen con los requisitos, aunque, según Hormías, la cantidad que reciba cada persona puede variar. Esto se debe a diversos factores, como la distancia entre el lugar de estudios y el municipio de residencia o el número de jóvenes que haya realizado la solicitud. “A mayor cantidad de solicitudes, menor es el dinero que se le da a cada uno para poder abarcar a todos”, justifica Hormías.
Para la técnica de Juventud, los cambios de gobierno no son un peligro para las subvenciones de esta índole. “Llevamos desde 2012 con estas ayudas y desde entonces han pasado legislaturas de distintos equipos de gobierno, pero estas ayudas se han mantenido de forma independiente. Seguramente siga siendo así”, garantiza Hormías.
Se trata, pues, de una mejoría en el sistema de subvenciones que, sin lugar a dudas, beneficia a los jóvenes estudiantes, ya sea alumnado universitario, de ciclo formativo o de Bachiller, una vez cursados los estudios obligatorios. Es una oportunidad que no se debe desaprovechar, especialmente para aquellos que, en su día, solicitaron las becas del Gobierno Vasco y no recibieron el visto bueno, ya sea por no cumplir los requisitos u otros facotres.