El perretxiko y la vaca terreña, pero también otros muchos recursos económicos, culturales y sociales se mostrarán hoy a vecinos y visitantes en el transcurso de la XVI Feria del Perretxiko y la Vaca Terreña, que contará con la presencia de numerosos productores de dentro y fuera de la comarca y con cerca de 60 puestos con productos artesanales y agroalimentarios de todo tipo. Habrá queso, embutidos, verduras, miel, trufas, pan, patatas, aceite, vino de Rioja Alavesa, txakoli? Y especialmente carne de vacuno de raza terreña y la citada seta de primavera, así como los dos productos emergentes ligados al balneario rehabilitado: la sidra y las conservas ecológicas.

Esta feria nació por el impulso de la asociación Kuartango Koak en un empeño por mostrar las potencialidades del valle y compartirlas con el territorio histórico. Y la iniciativa cuajó desde el primer momento, con puntas de visitantes que algunos años han superado los 7.000. También se ha logrado integrar esta convocatoria en el calendario de ferias del País Vasco como una de las más multitudinarias.

La cita comenzará oficialmente a las diez de la mañana y se cerrará en torno a las tres de la tarde. En esta ocasión se espera la llegada de más de 5.000 personas, que podrán disfrutar de diversas actividades en la explanada que hay delante del antiguo balneario y del Ayuntamiento, así como en la otra orilla del río, donde se encuentra el frontón y donde se ubicará la exposición de ganado y la zona de juegos. En esos amplios espacios, separados de las grandes zonas de aparcamiento que tiene previstas la organización, se desarrollarán las degustaciones, las exposiciones de ganado, las actividades infantiles y una feria de artesanía y productos típicos de una gran riqueza y variedad.

Entre las actividades concretas, a las doce del mediodía comenzará el partido de pelota pala de jóvenes promesas de la zona. Media hora más tarde tendrá lugar el pregón, a cargo de Alberto López de Ipiña, presidente de la asociación de Slow Food de Álava. Éste lleva ejerciendo de presidente de la citada organización desde su fundación en 2005. Tras más de 13 años al frente de la asociación, López de Ipiña anunció en la Asamblea General celebrada en Kuartango a principios de año que no se presentará a la reelección y que, por tanto, dejará la presidencia de Slow Food Araba, aunque continuará como consejero internacional.

Slow Food es una asociación ecogastronómica internacional que promueve una nueva gastronomía entendida como expresión de la identidad y la cultura. Fundada en 1986 en Italia y con delegaciones en 160 países, defiende el placer vinculado al alimento, reflexiona sobre la educación del gusto y el derecho al disfrute con un nuevo sentido de responsabilidad, teniendo en cuenta el equilibrio con el ecosistema, la defensa de la biodiversidad y el compromiso ético con los productores.

Tras el pregón, a la una de la tarde, se ha previsto una exhibición de herri kirolak como lokotxak, tronza, sokatira, lasto, harrijasotzailes e ingude. Y a partir de las 13.30 horas se podrá degustar un pintxo de vaca terreña asada con Euskal Okela por un euro y descubrir así la calidad de esta raza autóctona de Álava cuya carne es muy apreciada ya que se cría en los pastizales de los valles y montañas del territorio histórico.

Además de la feria de artesanía y de productos típicos, Kuartango acogerá, durante toda la mañana del domingo, exposiciones de ganado de raza terreña, actividades infantiles, animación de calle con fanfarre y venta de perretxikos y carne de la citada raza vacuna, entre otros.

Junto a todo ello los visitantes podrán disfrutar de los productos que se han puesto en marcha o revitalizado al amparo de la recuperación del edificio del hotel del balneario de Kuartango: la sidra que lleva el nombre de la localidad y que está integrada en la IGP Sidra de Álava, y las conservas ecológicas y artesanales de Ekotarriko.

Asimismo, los componentes del proyecto Arabako Bakelekua contarán en un puesto su iniciativa, que pasa por traer un año más a un numeroso grupo de niños de los campamentos saharauis de Tinduf para que puedan disfrutar de unas semanas de vacaciones en paz en Álava, concretamente en Kuartango.

El perretxiko, la seta de primavera, es una de las más apreciadas y en Euskadi recibe diversos nombres como ziza (por ejemplo, en Baztán, Amézcoa, Basaburúa, Santesteban o Larraun); perretxiko o perrotxiko; udaberriko zizazuri o usun, en Roncalés; maiatxako ziza, en Torrano; ziza y susa (Gipuzkoa); susie, en Bergara; o susa, en Arrasate.

Se trata de un hongo madrugador hasta el punto de que, en muchos lugares, se encuentran hacia el día de San José, alrededor del 19 de marzo, aunque -eso sí- en los lugares más soleados y protegidos de las heladas. Una vez que comienzan a salir brotan en gran cantidad incluso hasta el mes de julio, aunque al igual que a los caracoles se les aplica el dicho de que los perretxikos de abril pa mí, los de mayo pa mi amo y los de junio pa ninguno. Pero hay un secreto que quienes los recogen conocen bien: es frecuente que en otoño -y hasta en navidades cuando el clima no es demasiado duro-, los perretxikales brotan una vez y en muchos lugares con cantidades superiores a las de la primavera.

Este año, sin embargo, no está siendo demasiado bueno para este hongo y frente a los precios de otras campañas, que rondaban los 25-40 euros el kilo, este año se barajan entre los 40 y hasta los 100 euros. Y es que no es para menos, nace en el monte y tiene muchísimas propiedades, como por ejemplo, que tiene muchísima insulina y para los diabéticos es muy bueno. Normalmente se prepara revuelto con huevos, pero en los guisos es buenísimo: le van bien al pescado, al pollo o a la carne. Le da un sabor estupendo. Y es el rey, junto a los caracoles, en San Prudencio.

En cuanto a la vaca terreña, ésta es un producto muy diferente al tipo de carne que llega al consumidor. Es una carne un poco más oscura, porque lo que hacen los ganaderos es tener a los terneros el menor tiempo posible en el cebo (alimentándose de sus madres), con lo que la carne termina siendo más oscura. En cuanto al sabor, es mucho más intenso, más a vacuno que lo que se comercializa habitualmente y la textura también es muy diferente a lo que se encuentra en las carnicerías. Es un producto que tiene su mercado, que está creciendo y que la gente busca por lo natural.

La vaca terreña es un animal que se utilizaba antaño para trabajar el campo o acarrear leñas o cereales. Con la mecanización del campo el número de vacas comenzó a descender, porque en realidad suponían un gasto y ninguna utilidad. Hubo un momento que incluso peligró la existencia del mantenimiento de esa raza de vaca. Pero entonces se comenzó a comercializar por su carne, que es un poco diferente, al llevar la grasilla infiltrada, lo que la da una gran riqueza de matices al cocinarla. Hoy es uno de los grandes valores de la gastronomía alavesa.