Finalmente, va a ser el Ayuntamiento de Amurrio el que lleve a cabo las labores de descontaminación del suelo donde se asentaba la estación de servicio El Crucero tras el convenio de colaboración acordado entre las partes esta misma semana. De esta forma, el antiguo propietario del surtidor, tras el pago de 132.600 euros, quedará exonerado de cualquier obligación y responsabilidad. El convenio permitirá zanjar, a su vez, los litigios y procedimientos judiciales habidos hasta la fecha que habían retrasado poder avanzar en la ejecución de la reurbanización de la zona.

Los trabajos de descontaminación, necesarios para posteriormente poder reurbanizar la zona, consistirán en demoler los elementos aéreos de la antigua estación de servicio, proceder a la extracción y correcta gestión de los antiguos depósitos de combustible enterrados, que actualmente se encuentran limpios y desgasificados. Por último, se realizará una excavación selectiva y gestión adecuada de los materiales extraídos. Por su parte, el Ayuntamiento de Amurrio tiene previsto reurbanizar el entorno en el que se encuentran los terrenos de la estación de servicio que permitirá la apertura de una nueva vialidad rodada que conlleva la transformación, también con la construcción de una rotonda, de una zona muy acusada por el tráfico viario y peatonal. El convenio acordado permitirá simultanear y coordinar las obras de descontaminación del suelo con la remodelación urbanística logrando una reducción del coste económico y un acortamiento de los plazos.

La construcción de esta rotonda es un asunto urbanístico que viene retrasándose desde el 10 de julio de 2009 y un asunto que, en marzo de 2017, volvió a ponerse encima de la mesa a través de una moción presentada por el grupo municipal de EH Bildu para su debate en Pleno.

Y es que, ese día se cumplían los 50 años de cesión gratuita del citado terreno municipal al propietario del surtidor, transcurridos los cuales debía revertir la citada parcela de 650 metros cuadrados al Ayuntamiento y en las mismas condiciones en las que le fue entregada; es decir, descontaminada, para lo que había que llevar a cabo un ensayo exploratorio de cara a obtener el certificado de calidad del suelo antes de devolverlo.

El primer condicionante, el del cese de actividad de la gasolinera, llegó en junio de 2016, tras años de contencioso-administrativos que se resolvieron mediante una sentencia judicial que así lo ordenaba. No obstante, aunque los propietarios del surtidor cerraron la zona con unas vallas en precario, no suficientes para dotar de seguridad a este punto del centro urbano de intenso tráfico, no iniciaron el requerido proceso de descontaminación del suelo que, por fin, ahora llegará vía convenio con el Consistorio.

Y es que, hasta que este terreno no esté limpio y descontaminado, el Ayuntamiento está atado de pies y manos para cumplir con lo que el Plan de Movilidad Urbana prevé para este punto, una vez desaparecido el surtidor. Es decir, reformar la intersección con la calle Elexondo y construir una rotonda para gestionar el doble sentido de circulación que adquieren todos los ramales del entorno, ordenando con ello el tráfico y dando seguridad tanto a vehículos como a peatones de las calles Elexondo, Etxegoien y José Medinabeitia. Además, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en su aprobación inicial, insta al Ayuntamiento a impulsar las acciones necesarias para que esta zona se desarrolle urbanísticamente. Algo que implica conformar un frente urbano entre la nueva edificación y los dos edificios a consolidar dada la importancia de este ámbito, por su centralidad, en la articulación de la estructura urbana de su entorno; así como dotar a la unidad de un espacio de estancia peatonal en la confluencia de la calle Aldai y el comienzo de la calle Aiara, con el objetivo de relacionarlo con el equipamiento público de la Casona (sede de la biblioteca, la oficina de turismo y una sala de exposiciones) ubicada enfrente, de cara a establecer una relación entre ambos.

Por lo que respecta a los servicios de gasolineras existentes a día de hoy, en Amurrio hay dos: una se encuentra en la localidad de Lezama desde 2000, en la subida a Altube, y la otra en el polígono Zankueta de Larrinbe.