artziniega - La lucha del vecino de Artziniega Mateo Lafragua para que las instituciones se impliquen en la búsqueda de soluciones a los muchos problemas que acarrean para la conducción los resaltos que proliferan por calles y carreteras, parece que comienza a dar sus frutos. De hecho, los presupuestos del Gobierno Vasco para 2018 englobarán una partida de 100.000 euros para eliminar los 19 resaltos que, en siete kilómetros, ocupan un tramo de la carretera BI-2604 que separa Artziniega de Bilbao, donde se encuentra el hospital de referencia de la citada localidad ayalesa.

La noticia la dio a conocer el jueves el concejal del PP en el Ayuntamiento de Artziniega Joseba Elejalde a través de un comunicado en el que se muestra “muy satisfecho” por la subvención lograda por su partido, ya que “servirá para acabar con estos elementos que causan verdaderos estragos a los vehículos de emergencias como pueden ser ambulancias, Bomberos, Policía, y que retrasan el tiempo de actuación en momentos críticos, así como a conductores profesionales o particulares”, subrayó.

El problema particular de Artziniega con los resaltos se remonta a cuando el cercano Ayuntamiento de Gordejuela adoptó, como medida de calmado de tráfico, “la disposición de colocar resaltos, lomos de asno y pasos elevados en un número desorbitado y, cuyas dimensiones, en muchos casos, ni se adapta a la norma”, recuerda Elejalde. Desde entonces, muchas han sido las reuniones celebradas de cara a conseguir reducirlos, aunque la movilización que, sin duda, más eco ha obtenido fue la surgida, hace ya dos años, del estudio que elaboró Lafragua -desde su experiencia de doble trasplantado y usuario habitual del servicio de traslado en ambulancia- en torno a la repercusión de estos elementos en las emergencias sanitarias.

Lafragua, tras comparecer en diversas instituciones, ha impulsado la grabación de un documental que, en siete minutos, narra lo que sucede dentro de una ambulancia de emergencias al pasar por una carretera plagada de resaltos, que arrasa en las redes sociales. Además, sigue con su particular batalla con el fin de llevar este debate al Parlamento Europeo. - Araceli Oiarzabal/ Foto: A.O.