vitoria - Los vecinos de Astegieta estudian cómo movilizarse ante la posible llegada de los pichis a su zona, en concreto a la Avenida de los Huetos. Según señalaron ayer varios vecinos a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el ambiente “está muy caldeado” desde que han constatado la presencia en la zona de alguno de los miembros del clan gitano y, de hecho, esperan que, a tenor de las reformas y del estado de la vivienda en la que se ubicarían, su llegada pueda ser “inminente”.

En el concejo, donde ya saben lo que es acoger a un clan como en su día sucedió con los bartolos, denuncian la falta de información que han recibido hasta ahora por parte de las instituciones. “Nos dicen que no saben nada”, denuncian sobre un hermetismo que, consultado ayer por este periódico, también mantienen en el Ayuntamiento de Vitoria, pues desde el área de Política Sociales aseguraron “desconocer” si el emplazamiento en el que Alokabide ha decidido, finalmente, ubicar a los pichis es la vivienda de los Huetos 109, como denuncian los vecinos de Astegieta.

Por el momento, en el área dirigida por el socialista Peio López de Munain se limitan a asegurar que “su ubicación es el centro municipal de acogida social (CMAS)”, y que la decisión de dónde otorgar un piso social a esta familia corresponde al Gobierno Vasco.

Desde su marcha de Abetxuko tras las prolongadas movilizaciones de los vecinos, el nuevo destino de los pichis ha sido una incógnita, aunque Salburua y Zabalgana figuraban como principales opciones para su reubicación. Las especulaciones sobre el posible destino de la familia no han parado de circular por la capital alavesa desde hace semanas y, aunque Alokabide dispone de pisos en todos los barrios de Vitoria, incluido el centro de la ciudad, los vecinos de Astegieta denuncian que, finalmente, serán ellos los que tengan que empezar a movilizarse para evitar la llegada del clan gitano a sus calles.

Desde su llegada al CMAS, los trabajadores sociales del centro han remitido en diferentes ocasiones a sus representantes sindicales que la convivencia con los Manzanares-Cortés es muy problemática. Al parecer, los cruces de acusaciones, las descalificaciones personales y la posición de dominio que ejerce la familia han provocado una situación de tensión continua que ha derivado incluso en bajas laborales. De hecho, existe constancia de que la Policía Local ha acudido al centro en diversas ocasiones por incidentes relacionados con los pichis.

El pasado mes de octubre se empezó a atisbar que la estancia de la familia en el CMAS podría concluir a corto plazo debido a que habían avanzado muchos puestos dentro de la lista de solicitantes de la sociedad pública de alquiler de viviendas protegidas (Alokabide) y que se encontraban próximos a obtener el domicilio social que, de acuerdo con la normativa vigente, les corresponde por derecho.

Hace ahora un mes, el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, apuntaba por entonces que el Ayuntamiento gasteiztarra seguía “atendiendo a la familia Manzanares-Cortés a la espera de la resolución de Alokabide sobre su petición de una vivienda social”. Después de que los integrantes del clan salieran de la vivienda de Abetxuko que habían ocupado -recientemente la Justicia declaró ilegal el alquiler que abonaban al no haber dado su permiso la copropietaria de la vivienda- los pichis se alojaron temporalmente en la sede de una ONG y, finalmente, recalaron en el CMAS. Al menos hasta ahora.

el ejemplo de abetxuko Los vecinos de Astegieta temen que, de confirmarse la llegada de los pichis a la Avenida de los Huetos, la zona sufra de nuevo los problemas que tuvieron hasta que el 18 de marzo de 2011 se derribara la vivienda, precisamente en esta vía, en la que residían los bartolos. Por eso, los residentes en la zona estudian ya cómo movilizarse, tomando como ejemplo las protestas que realizaron en su día en Abetxuko, donde el pueblo-barrio fue testigo de cómo su habitual unidad se desgajaba en dos frentes.

De un lado, la familia Manzanares Cortés, llegada a la zona de forma ilegal el pasado verano desde Bilbao y que contaba con el apoyo de un matrimonio mayor, con el de un vecino firmante de varios manifiestos y con el de los integrantes de SOS Racismo Araba, con el controvertido Fede García a la cabeza. En el bando opuesto, el resto de Abetxuko, donde denunciaron una y otra vez la instalación de forma ilegal en la casa de una de las vecinas de la zona, que protagonizaron un incidente con la panadera del barrio por el que fueron condenadas tres personas y que los episodios de amenazas y de enfrentamientos a pie de calle con los vecinos se repitieron desde que la familia se instaló en la zona.

Astegieta. Los vecinos del concejo de Astegieta han empezado a reunirse tras denunciar la inminente llegada de los ‘pichis’ a la Avenida de los Huetos.

Familia. Los Manzanares-Cortés llevaban varios meses aguardando a que Alokabide, la sociedad pública de alquiler de vivienda protegida del Gobierno Vasco, tomara la decisión de ubicarlos en uno de los pisos de los que disponen en la capital alavesa.

‘Bartolos’. La Avenida de los Huetos acogió hasta 2011 a otro clan, el de los ‘bartolos’.