El barrio de Zabalgana y sus residentes ya disfrutan y exprimen las posibilidades de su centro cívico, inaugurado hace 41 días y que viene a dar servicio a los más de 25.000 habitantes de esta zona del oeste de Vitoria.

La apertura de puertas al público y el comienzo de actividades, el pasado 1 de octubre, vino a poner fin a las necesidades de un barrio ya consolidado urbanísticamente y en continua expansión demográfica. Desde hace tiempo sus vecinos reclamaban la apertura de una infraestructura, la número 14, que viene a cerrar y completar la red de centros municipales a disposición de los vecinos de cada barrio. Adjetivos como “necesario” y “satisfacción” por verlo convertido en realidad, tras 26 meses de obras con algún que otro retraso incluido, son las percepciones y opiniones de vecinos y usuarios recogidas por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en una aproximación para conocer sus sensaciones sobre el uso de las piscinas climatizadas, la sala de encuentro, el salón de actos, la cafetería, la ludoteca, la sala de estudio, las aulas de cocina, los vestuarios o la pista polideportiva con suelo de tarima de madera. Únicamente permanece cerrada la biblioteca, debido a los trabajos de catalogación de los ejemplares que llenarán sus estanterías a finales del próximo mes de enero.

La edificación, de 11.472 metros cuadrados útiles, se asienta sobre una parcela con varios desniveles que ha obligado a recurrir a una arquitectura con formas curvas para adaptar la distribución y adaptación de todas las estancias al terreno. Frente a los centros cívicos más veteranos de la red, el de Zabalgana destaca por el empleo de hormigones vistos en la mayor parte de los cerramientos de toda la construcción. Así, se han ejecutado casi 7.000 metros cuadrados de estos elementos. Una vez que se accede al interior, desde la amplia plaza central que ejerce de recepción, destaca la luminosidad del hall además de los tonos blancos y claros de sus paredes y suelos. Desde esta zona, se reparte el flujo de usuarios a las diferentes zonas como las dedicadas a los más pequeños, el salón de actos, los talleres y aulas, oficinas de atención social y zona deportiva y piscinas.

USUARIOS DIFERENCIADOS Por allí transita un incesante desfilar de vecinos de Zabalgana y usuarios de otros barrios que quieren comprobar in situ las bondades de las instalaciones. “Las primeras impresiones en este primer mes con las puertas abiertas son muy buenas, con una avalancha de usuarios”, resume satisfecha Garbiñe Mendizabal, coordinadora del centro y que llega a Zabalgana tras nueve años al frente del de Judimendi. El único contratiempo vivido en estos 41 días llegó el lunes por la tarde cuando, por las intensas lluvias, se completó el aforo de la sala de encuentro y hubo que cerrarla para evitar rebasar la cifra máxima de usuarios. La expectación entre los vecinos fue inusitada ante la entrada en funcionamiento del centro y, tras unas jornadas en las que la asistencia de curiosos y visitantes se disparó, la cifra de usos se ha estabilizado en torno a las 1.500 personas que pasan por allí a diario.

Este flujo presenta una curva irregular de utilizaciones, en función del horario matinal, vespertino o de fin de semana y que presenta también una tipología de usuario claramente diferenciada. Las primeras horas del día son un continuo entrar y salir de alumnos que acuden a los diferentes cursos de actividades como condición física, gimnasia de mantenimiento o yoga. Idoia Zamora y Mónica García son dos usuarias del centro cívico y vecinas del barrio que se ponen a punto con las exigentes sesiones de glúteos, abdominales y piernas (GAP) durante dos días a la semana. “Era muy necesario para el barrio contar con un centro cívico en el que disfrutar los vecinos de todas las posibilidades que ofrece”, concreta Idoia Zamora, al terminar la primera sesión de GAP de la semana. Junto a ella Mónica García también comparte los rigores y sudores de los ejercicios marcados por el monitor que imparte el curso. Además de sudar también en las clases de GAP acude con su hija a rincones como la zona de juego o a darse un chapuzón con ella en la piscina. Desde este perspectiva tiene una doble opinión y se muestra “contenta” con el hecho de poder acudir a practicar deporte en el propio barrio y poner fin al peregrinaje de estos “pasados cursos a Lakua 03 o Ariznabarra. No está muy lejos, pero es mucho más cómodo poder venir andando desde casa para hacer deporte”, reconoce. Desde la perspectiva de su hija como usuaria, desliza una opinión respecto a esa zona de juego. “Se ha quedado un poco escasa y pequeña teniendo en cuenta lo grande que es Zabalgana y que hay una cantidad enorme de niños pequeños de edades variadas”. Prueba de ello fue la saturación vivida el lunes por la tarde, en la primera jornada de climatología adversa del presente otoño.

A medida que avanza la mañana se va modificando y evolucionando el perfil de los usuarios. Pepe López de Armentia es un “asiduo de todos los centros cívicos y aprovecho para venir a Zabalgana, tres días a la semana, cuando salgo de pintar de Lakua”. Este veterano nadador ya ha transitado por las aguas de otras piletas municipales como Judimendi o Salburua. Con respecto a la nueva instalación muestra su “agrado por el diseño y amplitud de zonas como los vestuarios. Se nota que es el último en construirse en detalles de la decoración y materiales en los pasillos”, aclara.

De los usuarios que salen de realizar unos largos desde la nueva piscina, la opinión es general entre todos al considerar que la profundidad de 1,40 metros de la misma es “más que suficiente a la hora de dar la vuelta al final de cada largo. No hace falta que sea más profunda y ninguno de los que venimos a nadar aquí somos Michael Phelps”, apuntan con una sonrisa. Sí que hay opiniones diversas, respecto a cuestiones como la “escasa amplitud de la zona de duchas”, según apunta la madrileña Sara.

Fuera de esa estancia, un nadador habitual como Raúl Monje y que también lleva a su hija a la zona de juegos, detecta allí “alguna carencia en cuanto a más programación de actividades para realizar de manera conjunta”, remarca.