¿Ha tenido oportunidad de reunirse por fin con el ministro de Energía para hablar sobre la posible reapertura de Garoña?
-Sí, esa reunión ya se ha producido, aprovechando un viaje que hice a Madrid por otro motivo. Para nosotros lo importante no es hacer las cosas públicas, sino trabajar en el día a día de forma discreta. En esa reunión le transmití al ministro cuál es la posición de Álava respecto a Garoña, una postura que él conocía, pero que era importante transmitirle de forma directa. La misma posición contraria que tanto las Juntas Generales como los ayuntamientos del territorio, el Parlamento Vasco y la Diputación con firmeza han mostrado respecto a Garoña.
¿Cree que la central nuclear volverá a abrir sus puertas?
-Yo estoy convencido de que Garoña no se va a reabrir.
¿Le adelantó el ministro cuál será la decisión al respecto del Gobierno central?
-No, el ministro tomó nota de nuestra posición sobre Garoña pero no hubo más conversación que trasladar la postura de Álava sobre el futuro de la central.
¿Cuándo habrá un proyecto concreto para la variante de Saratxo?
-Para Saratxo hay un proyecto en el que se ha buscado un amplio consenso porque se necesitan algunas modificaciones, que se harán. El proyecto se presentará y saldrá adelante. Tengo que decir que estoy muy satisfecho, de verdad, con la política de carreteras que se ha hecho y con la gestión del diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López Ubierna, respecto a tres proyectos históricos, que estaban encallados en el territorio por la falta de diálogo. Como la N-124, que se licitó sin consenso cuando el gobierno anterior estaba en funciones en contra de la opinión de las Juntas, la UAGA y los ayuntamientos, y cuyas obras están en marcha. Y la carretera de Legutio, cuyo proyecto está en redacción y cuando arranque las obras se llevarán a cabo con consenso social.
¿Manejan alguna fecha para la ampliación de la residencia San Prudencio?
-Para nosotros es fundamental aumentar el número de plazas residenciales porque durante los cuatro años anteriores no se habían incrementado, y tenemos una población cada vez más envejecida que demanda más servicios. En cuanto a San Prudencio, estamos trabajando en la forma en la que se llevará a cabo la remodelación, pero para mí lo mas importante no es cómo se hace, sino que se produzca ese incremento de plazas residenciales. Durante esta legislatura vamos a aumentar en aproximadamente cien el número de plazas residenciales en nuestro territorio, sesenta de gestión directa y el resto concertadas.
Álava y Burgos sellaron en abril un acuerdo sobre Trebiño que ambas partes califican como “histórico”. ¿Está más cerca de solucionarse una de las viejas reivindicaciones alavesas?
-Más que de Álava, es una vieja reivindicación de los trebiñeses, que es lo más importante. Ese acuerdo es histórico porque contempla dentro de su articulado una referencia expresa, aceptada por Burgos, en cuanto a que aquí hay un problema que solucionar. El hecho de que desde Burgos se reconozca que hay un problema que necesita solución es un hito desde el punto de visto político, además de la buena disposición mostrada por Burgos y Álava de arreglar los problemas del día a día de los trebiñeses con garantías jurídicas, con un plazo máximo de dos años que se puede prorrogar. Una vez que el acuerdo se haya concretado en cada uno de los trece aspectos que se contemplan, esto supondrá de facto que Trebiño sea la octava cuadrilla de Álava, aunque no lo sea legalmente.