gasteiz - Es uno de los sectores vitales para que el engranaje social funcione correctamente, pero también protagonista habitual de episodios de conflictividad debido a las condiciones laborales que rigen a un buen número de sus profesionales, en un altísimo porcentaje mujeres. Se trata de las residencias privadas, más del 70% de cuyas plazas están concertadas con el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS), pero cuyos trabajadores no disfrutan de los sueldos ni los horarios de sus compañeros funcionarios, los que trabajan en los geriátricos públicos. Un agravio comparativo que se agranda todavía más teniendo en cuenta que Álava es el único territorio de la CAV que no tiene un convenio provincial en este sector y que las diferencias laborales de sus profesionales en comparación con las de Gipuzkoa, por ejemplo, son abismales. En Bizkaia, donde las condiciones de las residencias concertadas son en general sensiblemente mejores que las de Álava, las trabajadoras suman más de 100 días de movilizaciones y acaban de anunciar cuatro semanas más de huelga para reivindicar un marco de relaciones labores “digno”.
Según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el IFBS ha sondeado en este contexto a “varias” de las residencias privadas más importantes del territorio, a representantes de algunos de los muy numerosos pequeños geriátricos y también a los sindicatos para tratar de explorar la posibilidad de que se sienten a negociar un convenio sectorial. Lo ha hecho, también, en medio del incipiente conflicto laboral abierto en el geriátrico Cáser Alto del Prado, uno de los más importantes del territorio, y con el que a día de hoy mantiene 54 plazas concertadas. “Sería interesante poder sacar adelante un convenio que se pudiera aplicar a todos los trabajadores para mejorar las condiciones laborales de todo el colectivo”, aseguran fuentes de la Diputación.
El Gobierno foral se comprometió a mediar entre las partes para tratar de propiciar este inédito acuerdo en el marco de la negociación presupuestaria con EH Bildu, que impulsó esta propuesta y también ha mantenido en las últimas semanas reuniones con comités de empresa y los sindicatos representados en el sector. Por ahora, sin visos de que a corto plazo puede abrirse un escenario negociador, según reconocen desde todas las partes. “No parece que en este momento la propuesta tenga mucho recorrido, pero no sabemos a futuro”, reconocen de nuevo desde el ente foral, en parte porque desde la parte empresarial “parece que no hay interés” en rubricar un pacto sectorial.
La inexistencia de una patronal que reúna a las residencias privadas, una confluencia que tampoco se ha dado entre los pequeños geriátricos, tampoco es favorable a que pueda conformarse una mesa de negociación, que los sindicatos sí que ven, aunque con matices, con buenos ojos. ELA, que cuenta con más del 50% de representación en el sector, también sería proclive a un pacto sectorial pese a que estratégicamente apuesta por los convenios de empresa, que prevalecen desde la última reforma laboral.
“Apostaríamos por un buen convenio sectorial, pero que no rebaje las condiciones de nadie con un acuerdo de empresa superior y que implique el cumplimiento de todos los pliegos cuando se hagan conciertos”, aseguran fuentes de la central. Aunque las posturas parecen por ahora lejanas, desde la Diputación aseguran que “es un deseo mantenido en el tiempo” que se logre un pacto satisfactorio, cuya negociación debería activarse en todo caso “por la voluntad de las partes”.
Escenario. Más del 70% de las plazas de las residencias privadas alavesas están concertadas con el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS), pero sus profesionales no tienen ni las condiciones laborales ni salariales de sus compañeros funcionarios, los que trabajan en los geriátricos públicos. Un agravio comparativo que se agranda más teniendo en cuenta que Álava es el único territorio de la CAV que no tiene un convenio provincial en este sector y que las diferencias laborales de sus profesionales en comparación con las de Gipuzkoa, por ejemplo, son abismales. Bizkaia, donde también hay un pacto sectorial, sufre actualmente un enconado conflicto laboral.
Contactos. La Diputación se comprometió durante la negociación presupuestaria con EH Bildu a hablar con las empresas del sector, las grandes y las pequeñas, y también con los sindicatos para tratar de propiciar un escenario negociador. El IFBS ha llevado a cabo ya los contactos, pero cree que a día de hoy “no parece que la propuesta tenga mucho recorrido”. La coalición abertzale también ha mantenido por su cuenta reuniones con comités de empresa y representantes sindicales. ELA ostenta el 50% de la representación en el sector.
El ente foral se muestra favorable a la firma de un acuerdo provincial y asegura que “es un deseo mantenido en el tiempo”. Sin embargo, remarca que este proceso debe activarse en todo caso “por voluntad de las partes”.
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Plazas concertadas tiene la Diputación Foral de Álava en Cáser, una de las grandes residencias privadas del territorio junto a Sar-Quavitae o Albertia Etxea.