VITORIA - La calle San Ignacio de Loyola se prepara para ser objeto, a lo largo de 2017, de una reforma que actualice una arteria que permanece anclada en el pasado sin adoptar los aires de modernidad y mejoras que en muchas de las calles adyacentes ya se han llevado a cabo. La transitada vía, ubicada entre Portal de Arriaga y Portal de Legutiano y que canaliza el tráfico hacia la calle Francia, va a llevarse una porción de los 2,2 millones de euros que contempla el Plan Director de inversiones en Espacio Público para ser mejorada y actualizada, junto a otras calles también necesitadas de la ciudad como la plaza de San Antón, la plaza de Llodio o Beato Tomás de Zumárraga.
Los Presupuestos municipales contemplan esta partida que se va a emplear en limpiar la cara a una calle que desde que se integró oficialmente en el callejero vitoriano, en marzo del año 1956, no ha registrado ninguna reforma integral a lo largo de 60 años. “Los vecinos ya están impacientes al tratarse de unas obras de mejora en una calle que nunca ha sido modificada”, explicó el concejal de Espacio Público, Iñaki Prusilla, el día de la presentación al resto de grupos de los números de su departamento.
Las intenciones de actuación del Consistorio respecto a esta calle son todavía desconocidas por los peatones que la recorren a diario o por los comerciantes que tienen sus locales abiertos al público. DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA pudo palpar ayer el desconocimiento general o escasa información en concreto que todavía se tiene respecto a estos futuros trabajos de mejora. “No sabemos nada de posibles trabajos que vayan a realizar aquí”, ofrecieron como respuesta desde la zapatería Meryovi, situada al inicio de San Ignacio, junto a la rotonda de Coronación con Portal de Arriaga y una concurrida cafetería. Tampoco manejaban datos de trabajos de mejora en los comercios de fontanería o decoración cercanos, en los que se desconocen las intenciones municipales. A nivel de transeúntes fue generalizado y bien recibido el dato de que por fin se va a invertir dinero en mejorar y adecentar un espacio público superado el medio siglo desde que empezó a ser utilizado por la ciudadanía. “Ya era hora porque es una calle que lo necesita mucho”, fueron las unánimes opiniones de los transeúntes que respondieron a las cuestiones de este diario.
“No hay más que ver cómo esta el asfalto de las aceras. Le va a venir muy bien” se sucedieron a modo de espontáneas respuestas cuando se cuestionaba a los viandantes de primera hora de la mañana la idoneidad de una reforma. Aplaudido fue también la decisión de una reforma por otra serie de peatones que esperan un nuevo diseño “con aceras más amplias para poder caminar con más tranquilidad y sin tener que estar pendiente de la gente que viene de frente”, comentaron parados en unos espacios peatonales que apenas llegan a los dos metros de anchura.
ASPECTO DESFASADO La actual estampa de San Ignacio de Loyola dista mucho de parecerse a calles cercanas y que ya han pasado por el proceso de lavado de cara para dejarlas mucho más actuales. Los trabajos de mejora han llegado a puntos cercanos como Portal de Arriaga, Coronación y la plaza de Bilbao o calle Francia, pero han pasado de largo por este punto que desprende aire de dejadez y de arteria desfasada poco acorde con los tiempos modernos. La actividad comercial ha decaído de manera notable y sólo sobreviven un puñado de comercios a la entrada de la calle, desde Portal de Arriaga. “Las obras y su tiempo de duración nos van a suponer unos meses complicados porque la gente no se va a detener en nuestro escaparate”, apuntaron ayer desde de la zapatería Meryovi.