El área deportiva del Refor en Amurrio está siendo testigo todos los domingos de 17.00 a 19.00 horas del reencuentro de decenas de personas de todas las edades. Son actuales y pasados miembros de la cuadrilla de fiestas Dantza Lagunak, que acuden a pulir o reaprender pasos de baile, y que tienen un objetivo muy claro en mente. “Queremos hacer renacer el espíritu dantza, para convertirse en agentes activos en las fiestas; no mirones”, explica Pedro Jesús Molina, uno de sus miembros más veteranos. Y es que esta cuadrilla está en plena celebración de sus 50 años de vida (la fiesta central tendrá lugar este sábado) sin variar un ápice su objetivo inicial de generar unas fiestas de Amurrio participativas, alegres, en la calle, con actividades para todos los gustos y edades, y, por supuesto, sin perder su indumentaria tan característica en color verde y blanco.

Y es que, aunque Amurrio nombró a las cinco actuales cuadrillas de fiestas pregoneras de la pasada edición festiva al cumplirse el 50 aniversario de la creación de esta figura, lo cierto es que en 2015 sólo fueron los Euskotarrak y Trot-Art los que cumplían cinco décadas. Dantza Lagunak no se les sumó hasta un año después, en 1967, mientras que Herriarenak y El Boli no llegaron hasta 1978 y 1988, respectivamente. Por el camino se han quedado otras como El Follón, Los Intocables, Alaitasuna o Aldunak.

En este sentido, no fueron los pioneros, aunque sí han estado al pie del cañón desde el primer certamen de carrozas, en el que debutaron con “un huevo que se nos rompió antes de iniciarse el desfile, por lo que la segunda fue un huevo frito”, recuerdan sus fundadores. Personas como Patxi Egia, por citar alguno de aquellos primeros 20 chicos y 14 chicas, en su mayoría del barrio de Ugarte y usuarios de su ya desaparecido centro juvenil, comenzaron a calzar sus características alpargatas blancas de suela de cáñamo con cintas verdes con la firme intención de llenar de colorido las calles y dar un impulso a la cultura vasca en un pueblo que, por aquel entonces y como muchos otros a consecuencia de la dictadura franquista, era erdaldun (castellano parlante).

Los primeros bailes se los enseñaron amigos del vecino Ugao-Miravalles, y luego ellos se los trasladaron al resto del grupo “a base de silbidos, porque no teníamos txistulari”, aclaran. Sea como fuere aquello fue el germen del actual grupo de danzas vascas del municipio, Aiara Dantza Taldea, a cuyo lugar de ensayo en el Refor muchos de estos veteranos están regresando ahora para recordar los pasos.

“Está siendo emocionante reencontrarse con gente que no vemos hace ni sé el tiempo”, apuntan. Y es que, aunque las fiestas patronales de agosto serán también el momento de celebrar, para este sábado han preparado una completa jornada de actividades, abierta a la participación de todos los vecinos y vecinas de Amurrio.

Al mediodía en la plaza Juan Urrutia, van a llevar a cabo un acto de homenaje por sus 50 años de vida, en el que harán entrega de las cintas a sus representantes y reinas, y una exhibición de danzas. Una hora más tarde, será el momento de tomar una foto de familia, para seguir con un trikipoteo y kantukale, antes de la comida de las 14.30 horas en Matías de Landaburu. Ya a la tarde hay previstos talleres para los más peques de la casa, dantza-karaoke y kalejira por las calles de Amurrio, así como una morcillada y una exposición fotográfica. El broche de oro lo pondrá la actuación con Dj Juanma.

Además, en un local de las galerías de la plaza Armurulanda que les han cedido están vendiendo material de la cuadrilla y un pendrive con más de 1.500 fotografías de su medio siglo en danza. No en vano, su intención es llevar a cabo en julio una exposición fotográfica en La Casona.