vitoria - Apesta a pescado podrido en Sansomendi. Otra vez. El calor y el viento del sur han desenmascarado la evidencia. La fábrica responsable del hedor, dedicada a la elaboración de productos para fundición, ha seguido funcionando pese a que el Ayuntamiento de Vitoria reclamó que paralizara su actividad, para la que además todavía carece de licencia. La asociación de vecinos Kaleartean denunció ayer la reaparición del tufo y el equipo de gobierno envió al lugar un inspector. Mientras, continúa con la tramitación de los dos expedientes que abrió en febrero tras detectar el problema. Uno sancionador, por la falta del permiso, que podría acarrearle a la compañía una multa de entre 300 y 12.000 euros. Otro, de clausura.

Más no ha podido hacer el Consistorio. Cuando se detectó el foco de la peste en febrero, ya advirtió de que podía reclamar el cese de la actividad e iniciar el proceso administativo para tratar de castigarla pero que no tenía capacidad para precintar o cerrar la empresa porque la actividad, por muy desagradables que fueran sus consecuencias, no entrañaba peligro contra la salud pública. La misma argumentación dio ayer, tras la visita técnica, aunque adelantó que multa habrá y que será gorda. La presentación de alegaciones al expediente sancionador terminó el 21 de abril y el Ayuntamiento tiene previsto emitir en breve la propuesta de resolución. Para la del de clausura, habrá que esperar todavía hasta el 15 de junio.

Lo que sí ha hecho la empresa, mientras seguía operando, ha sido tramitar la licencia de actividad. El Ayuntamiento cuenta ya con todos los informes y los enviará a la Viceconsejería vasca de Medio Ambiente, que será la encargada de emitir un informe de medidas correctoras. Puede que sea entonces cuando, al fin, Sansomendi pueda respirar profundamente sin sentir náuseas. - J.S.