Degustaciones, catas, visitas teatralizadas, laboratorios del gusto, talleres gastronómicos y un concurso de pintxos. Ésas son alguna de las actividades previstas para celebrar la primera parte de la Fiesta del Aceite de Oliva de Rioja Alavesa, que tiene lugar hoy en Oion y que se prolongará los días 26 y 27 de marzo en las localidades de Lanciego y Moreda de Álava. Tres días para profundizar en el conocimiento y la cultura que rodean a un producto, el aceite de oliva virgen extra, elaborado a partir de la variedad arróniz que, junto al vino de la comarca, es ya un referente de calidad de Álava.
Las actividades con las que se quiere dar visibilidad al proceso íntegro de elaboración, que va desde el campo hasta el trujal, comienza este mediodía en Oion con una degustación de pringadas en el Trujal Cooperativo San Vicente de Oion y un taller gastronómico con aceite a cargo de Bitartean Jolastea. En el primer caso se podrá disfrutar de la preparación de las tostas -los panes que se soasan al fuego-, a las que se impregna de aceite de oliva virgen para disfrutar de los múltiples sabores que deja en el paladar el fruto del prensado de las olivas arróniz.
A todo ello le seguirá un concurso de pintxos que comenzará a las 13.00 horas. Este certamen, que ha ido ganando bares y seguidores, se concentrará en el cogollo de la localidad para facilitar el paseo entre las barras para disfrutar de las creaciones culinarias de los hosteleros. En esta ocasión participarán los bares Escudo Mayor, Adonix, Txoko, Alavés, Damas, Garai y Hogar del Jubilado, que serán visitados por los componentes del jurado, que deberá decidir el ganador de la edición de este año.
A las tres de la tarde, en las instalaciones de Bodegas Ondalán, la asociación Onkata ofrecerá el Menú Rancho de Trujal, para el que previamente se habrá reservado plaza, ya que éstas son limitadas. Se trata de un plato típico de Rioja Alavesa con el aceite, la patata y el bacalao como protagonistas de los sabores. Se elabora pelando, lavando y cortando las patatas en rodajas no muy anchas y sofriéndolas ligeramente en una cacerola con aceite de oliva virgen extra de Rioja Alavesa no muy caliente. Mientras, se enharina el bacalao y se sofríe en una sartén a fuego medio también. Cuando está en su punto se añade a la sartén pimiento choricero y sal y se mueve un poco para lograr una salsa. Se añaden las patatas y algo de caldo de pescado. Tras calentarlo unos cinco minutos a fuego no muy fuerte está listo para comer.
Para la tarde se ha reservado una discoteca móvil en la plaza, mientras que en el calado del Ayuntamiento se realizará una cata de aceite a cargo de Enoaventura. Junto a todo esto y durante todo el día habrá jornada de puertas abiertas en el Trujal-Almazara de Rioja Alavesa, donde se puede adquirir aceite en diferentes envases, pero siempre con sello de calidad. También se podrá disfrutar de una exposición fotográfica y proyección de vídeos de Miguel Arrazola en la sala Bazterra.
Cuando uno se asoma a las dos instalaciones oleícolas que hay en Oion dan la impresión de ser algo muy nuevo y, sin embargo, la tradición olivarera en la zona viene de antiguo. Según detallan ellos mismos, el Trujal-Almazara de Rioja Alavesa es una empresa familiar, creada por la familia García Arce, dedicada durante más de 40 años a la producción y comercialización de aceites comestibles. La experiencia que les avala hace que su aceite sea de máxima calidad y líder de mercado. Está enfrente del Silo, en la carretera a Assa.
Su proceso de elaboración, que hoy se puede comentar con los propietarios en la jornada de puertas abiertas, comienza con la limpieza en el patio de recogida, donde la aceituna se limpia de hojas y se pesa. Más adelante se deposita en las tolvas de recepción, en las que continúa el proceso de limpieza. Se procesan unos 6.000 kilos de aceituna por hora aproximadamente. A continuación se realiza la molienda de la aceituna en los molinos de martillos conectados a las tolvas. Después, la masa obtenida pasa a las termo-batidoras, donde se aplica un tiempo de estancia de la masa de 45 minutos y una temperatura máxima de 26 grados.
Desde la termo-batidora, el aceite se lleva para que decante a las centrifugadoras horizontales, con capacidades comprendidas entre los 1.000 y los 1.600 kilos por hora. El proceso de producción se completa centrifugando y aclarando el producto en la centrifugadora vertical. A partir de este instante, el aceite de oliva virgen extra pasa a ser almacenado en tanques de poliéster con fibra de vidrio protegido de los enemigos implacables de su calidad, que son la luz, el oxígeno y los cambios bruscos de temperatura. Con ello se consigue garantizar la calidad del aceite por un año completo.
De los 384.000 kilos de olivas arróniz vareadas, 92.000 kilos entraron en la Almazara. Con ellos se han elaborado 18.400 litros de aceite de oliva virgen con Label de Calidad, amén de otras cantidades muy importantes sin ese sello. Por otra parte, en la cooperativa San Vicente de Oion entraron 45.000 kilos de olivas. De ahí han salido unos 9.000 litros se destinaron principalmente para autoconsumo.
Este otro trujal también tiene una historia notable, como recuerda el cronista de Oion Manuel González. La constitución de la cooperativa San Vicente de Oion data de 13 de mayo de 1951. En un principio se denominó Cooperativa Agro-Vinícola-Oleícola COMY (Cooperativa Oyón, Moreda, Yécora), según reza en un cuadro que está situado en la Sala de Juntas de la misma. Estos cooperativistas eran dueños del terreno donde se construyó el trujal y cooperativistas del mismo. Con el paso de los años unos se marcharon y otros nuevos entraron, perdiendo la base fundamental de los acuerdos tomados en su fundación como Cooperativa Agro-Vinícola- Oleícola COMY.
La instalación del Trujal Cooperativo San Vicente fue inaugurado en el año 1953 a la salida de la villa, orilla izquierda de la carretera Oion-Bernedo-Vitoria, junto a la bodega cooperativa COMY. La maquinaria del trujal es de la firma Marrodán y Rezola, continuadora de la casa que fundó don Emigdio Marrodán en 1851. La prensa hidráulica utilizada en la instalación es de columnas de acero para grandes presiones o cabezales de viga de acero forrados de chapa, que somete a los capachos a una presión de doscientas atmósferas.
En cualquier caso, y mientras llega el momento en el que el aceite de oliva virgen de Rioja Alavesa deje de ser un complemento para empezar a hablar de tú al vino de la comarca, este oro líquido se va consolidando como una atracción para los sentidos por su extraordinaria calidad. Una calidad que será anunciada, como se viene haciendo desde hace cinco años en el transcurso de la Fiesta del Aceite de Rioja Alavesa. Y a la espera de la certificación de la calidad, ya se puede hablar de la cantidad, al menos de la producción que controla la Mesa del Aceite y el Olivo de Rioja Alavesa (Maora), que no es todo, ni mucho menos. Por ejemplo, los consumidores tienen este año a su disposición 3.200 litros de aceite de producción ecológica elaborados en La Equidad de Moreda de Álava y que se comercializan a través de las marcas Rivo de Moreta, Hermanos Bujanda y Fincas de Aztule. Después están las cantidades salidas de la almazara privada de Oion y, de La Equidad. Este grupo se comercializa a través de varias marcas, como son Trujal Almazara de Rioja Alavesa, La Equidad, Arrolán, Josu Blanco, Flor de Primicia, Martín Cendoya, Laudo, Ostatu, Altos de Esquide, Lágrimas de Olano, Entreviñedos y Polus. Finalmente está el aceite que se destina a autoconsumo o venta directa, que tiene todos los parabienes del aceite de oliva virgen extra de Rioja Alavesa y que principalmente canaliza su comercialización a través de Rivo de Moreta, Virgen de Estíbaliz, Ondalán, Luis R. y Hermanos Bujanda.