gasteiz - “¡Cómo está la juventud!”, “¡Antes nos divertíamos, pero de otra manera!”, “¡No respetan nada!”... Son estas expresiones clásicas del repertorio de muchas personas que han entrado ya en su edad madura y que reflejan una forma de pensar que siempre ha estado ahí. La juventud de cada momento histórico siempre ha sido irresponsable, inconsciente y descarada para muchos de sus inmediatos mayores, pero lo único que demuestra este hecho es la existencia de una brecha generacional a lo largo de los siglos que ahí sigue.

Una prueba modesta pero admirable de cómo la juventud no está tan perdida como el tópico establece la han proporcionado las alumnas y alumnos de Tercero de la ESO del colegio de Sansomendi, que han decidido dar un paso al frente ante el lamentable estado que presenta el barrio en general y la calle Antonio Machado en particular.

En una carta dirigida a la asociación de vecinos Kaleartean, los chavales piden que se informe al alcalde, Gorka Urtaran, de “los desperfectos que tiene nuestro barrio en las baldosas, paredes, fachadas, techos, cajas de luz, azoteas, los baches del campo de fútbol, la cantidad grande de basuras que hay en el suelo y el agua del lago”.

Los menores quieren vivir “más cómodos y seguros” en Sansomendi, y la verdad es que razón no les falta en sus quejas. De hecho, ya el grupo municipal del PSE reclamó el pasado mes de octubre la necesidad de actuar en el estanque, y también en las calles Antonio Machado o Paula Montal. El gobierno municipal admitió que el barrio necesita una actuación general y afirmó que este mismo mes de diciembre se vaciará el estanque para limpiarlo en profundidad.

vivir en un lugar “decente” Los alumnos de Sansomendi reclaman al Ayuntamiento, pero también ofrecen su granito de arena, y así se comprometen a “cuidar todo lo que arreglen, a informar a gente de que lo cuide para que perdure a través de los años, y que podamos vivir en un lugar más decente”. No hay más que echar un vistazo a las fotografías que adjuntan los estudiantes en su misiva para constatar que razón no les falta, pues hay fachadas de las que se desprenden ladrillos, cajas de luz desvalijadas, aceras con las baldosas de los años ochenta del pasado siglo desmenuzadas en decenas de pequeños pedazos, esquinas de calles carcomidas, en las que incluso se ve el hormigón de los edificios; suelos de brea plagados de pequeños agujeros, o un estanque en el parque en el que no se ve ni una gota de agua porque un grueso manto de algas verdosas lo impide.

Y no sólo han escrito una carta a la asociación de vecinos. Gracias a la mediación de los responsables del programa de educación en la participación para jóvenes de 14 a 18 años Hiretu Hiria, del Servicio de Juventud del Ayuntamiento, han rebotado su misiva a la Alcaldía, a los grupos municipales y a los medios de comunicación de la ciudad, además de colocar pancartas en el barrio.

En el marco de Hiretu Hiria, los jóvenes analizan la realidad que os rodea, eligen un tema y un ámbito sobre el que actuar, y después diseñan y llevan a cabo una acción sobre esa realidad. Los centros escolares, como el de Sansomendi; o los grupos de tiempo libre, son los ámbitos de desarrollo de estas experiencias en torno a la participación, que al menos en el caso de los jóvenes del barrio ha logrado el objetivo de propagar la realidad que quieren denunciar. Ahora se trata de que quienes tienen en su mano cambiar esa realidad lo hagan.

La denuncia. Los alumnos y alumnas de 3º de la ESO del colegio de Sansomendi denuncian el mal estado de las fachadas, los suelos, el campo de fútbol o el estanque del barrio, emplazan al Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto y se comprometen a velar por el cuidado de su barrio.

Hiretu Hiria. Los responsables de este programa municipal de participación juvenil han intermediado con los jóvenes de Sansomendi para hacer llegar su queja al Ayuntamiento y los medios de comunicación.