la vendimia ya casi es una realidad en los viñedos de Rioja Alavesa y en los campos txakolineros de Ayala. Eso significa que llega la temporada alta para el enoturismo en ambas comarcas vitivinícolas. Por ello, el Club de Producto de Rutas del Vino de España -en el que se encuentran la Ruta del Vino de Rioja Alavesa y la Ruta del Txakoli- ya está preparado para la avalancha de turistas que se avecina. A tenor de los datos que se desprenden del último informe presentado por Acevín (Asociación Española de Ciudades del Vino), ha habido un incremento de visitas del 25,75% en 2014 (435.020 más que en 2013). Tal circunstancia viene a corroborar la importancia que el vino ha adquirido en el sector turístico, además de haberse convertido en un destacado motor de desarrollo en muchos destinos de interior.

De hecho, año tras año, crece el número de personas que por esta época desean conocer de cerca el proceso de elaboración del vino riojanoalavés y del txakoli de Ayala. Al tiempo, también aumenta el número de seguidores que buscan satisfacer sus curiosidades sobre el mundo del vino y sobre toda la cultura que se desprende de él. Por ello, las redes sociales se han transformado en una herramienta de comunicación imprescindible para el enoturismo que conecta a través de este canal de manera directa con el turista.

“Tenemos más de 1.000 seguidores nuevos, así como 3.000 interacciones con más de 2.400 usuarios diferentes, con un millón y medio de impresiones”, subrayan desde este club, en base a los datos obtenidos en su última campaña dirigida a jóvenes con #WineLovers35, que tan buena acogida está teniendo y que ha dado a conocer a ese sector las virtudes de los vinos blancos de Amurrio, Okondo o Llodio.

Cabe recordar que Aiaratur -responsable de la gestión turística en Ayala- y El Club de Producto de Rutas del Vino de España lanzaron en el mes de julio una campaña de publicidad. Bajo la etiqueta #Winelovers35, Acevín, que integra 25 rutas del vino y en la que la Ruta del Txakoli de Álava está certificada desde 2010, pretendía acercar el enoturismo a los turistas más jóvenes.