con gran pompa y boato, el pasado 6 de mayo, hace casi tres meses, el entonces alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, inauguraba el remodelado palacio Europa, escasos días antes de las elecciones municipales. Las empresas que trabajan en la obra retiraron la enorme grúa, se colocó un césped artificial a las puertas del edificio y maceteros de escala sobrehumana dieron la bienvenida al Rey de España, Felipe VI, cuyo discurso abrió el Congreso Nacional de la Abogacía.
El caso es que la obra no había terminado, ni mucho menos. Es más, la UTE responsable de los trabajos ha tenido que pedir una extensión del plazo de conclusión de la misma, que finalmente se entregará el 7 de septiembre, exactamente cuatro meses después de su inauguración. Hoy la Junta de Gobierno Local aprobará esa extensión del plazo de finalización de los trabajos, atendiendo a los argumentos de la empresa, que asegura que los eventos electorales (EH Bildu celebró allí su mitin central de campaña) y congresuales han limitado su capacidad de trabajo.
Así pues, ha sido la propia inauguración, en cierta medida, la que ha retrasado la verdadera inauguración, aunque por otro lado la empresa alegaba que la llegada del mes de agosto y el aumento del plazo para el suministro de materiales también han contribuido a dilatar su trabajo. Estos argumentos, sin embargo, no los acepta el nuevo equipo de gobierno, que ha recortado en diez días la demora que solicitó la UTE el pasado 26 de junio.