GASTEIZ. La candidatura presentada por la Fundación Valle Salado de Añana, en la categoría de conservación, es una de las 28 premiadas entre 263 proyectos de 29 países europeos.

El Premio Europa Nostra 2015 premia los trabajos y resultados obtenidos en los últimos tres años, si bien en el Valle Salado se lleva investigando y trabajando desde finales de la década de 1990.

El presidente de los Premios Europa Nostra, el tenor español Plácido Domingo, ha subrayado que la recuperación del Valle Salado al igual que el resto de ganadores son "ejemplos muy importantes de creatividad e innovación en el trabajo por el Patrimonio Cultural Europeo", ha informado hoy la Fundación.

En su valoración, el jurado ha destacado la "impresionante magnitud del proyecto, que abarca su paisaje, su arquitectura, su medioambiente, la actividad salinera y sus tradiciones, pero también de forma global al conjunto del territorio mediante iniciativas culturales y turísticas que están siendo motor de desarrollo social, cultural, económico y turístico".

Otro de los aspectos destacados por el jurado es la proyección internacional que ha adquirido el Valle Salado gracias a su recuperación integral y a la exportación de Sal de Añana, que se comercializa en más de 25 países, "siendo reconocida no sólo en las cocinas más prestigiosas del País Vasco, sino a nivel internacional".

La ceremonia de entrega de los Premios tendrá lugar el 11 de junio en el Ayuntamiento de Oslo y será presidida conjuntamente por Fabian Stang, alcalde de la ciudad, Tibor Navracsics, comisario Europeo de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, y Plácido Domingo, Presidente de Europa Nostra.

Hace ahora un año, la UNESCO rechazó incluir este proyecto en el listado de los aspirantes a ser declarados patrimonio mundial, aunque dejó abierta a puerta abierta a que lo pueda lograr en un futuro.

Hoy diputado general de Araba, Javier de Andrés, ha considerado que el premio Europa Nostra "repone en su justa medida" el trabajo desarrollado en el Valle Salado y "reafirma" la posibilidad de que en el futuro este emplazamiento pueda formar parte del patrimonio mundial de la UNESCO.

En todo caso ha asegurado que el objetivo de la recuperación de las salinas no es lograr ningún premio, aunque la distinción recibida hoy, ha apuntado, "indica que el proyecto va por el buen camino".

Por su parte el gerente de la Fundación Valle Salado de Añana, Roberto López de Eguilaz, ha valorado que la recuperación de las salinas avanza a "buen ritmo" y con el "rigor técnico" que marca el Plan Director, al tiempo que ha destacado que gracias a las visitas guiadas y a la venta de sal el proyecto de autofinancia en un 40 %.

La Catedral Santa María de Vitoria ya obtuvo en 2002 el trofeo de "máxima categoría" dentro de los Premios Europa Nostra que se conceden al Patrimonio Cultural, convirtiéndose así en la primera ciudad española que conseguía esta distinción.

También en 2010, los premios Europa Nostra reconocieron el proyecto de "Recuperación de las murallas olvidadas de Gasteiz", como uno de los más importantes que se están llevando a cabo actualmente en el continente.

De este modo, el proyecto fue distinguido por el conocido como "Nobel del patrimonio" con un diploma y mención especial.