vitoria - El abrigo de San Cristóbal, que conserva las ruinas de un viejo eremitorio construido sobre un asentamiento prehistórico con más de 6.000 años de antigüedad, ha sufrido los rigores del húmedo invierno y la caída de numerosas rocas que ponen en peligro la continuidad de las excavaciones. Este yacimiento se encuentra en un lugar de muy complicado acceso en los alrededores de la subida a Peña Parda, en Sierra Cantabria. Allí, a mediados del siglo XV, según cuenta el profesor Javier Fernández Eraso, que lleva años trabajando en la zona, hubo una ermita, un eremitorio y, cerca de la impresionante pared de la cumbre de la sierra, la fosa donde fueron enterrados durante siglos los santeros o monjes que allí vivieron. La ermita, por su parte, se encuentra en muy mal estado de conservación, con la bóveda hundida.
El lugar elegido para excavar, trabajo que se lleva realizando ininterrumpidamente desde 2007, aunque el profesor ya había hecho varias catas anteriormente, fue una superficie de tres por tres metros, en el lugar donde estaba la fosa fúnebre de la ermita. - P.J.P.