Gasteiz - En noviembre de 2012, el Pleno municipal de Gasteiz acordó activar una serie de medidas para dar respuesta a las necesidades de las familias gasteiztarras desahuciadas de su hogar habitual por el banco, familias que se quedan en la calle, con una mano delante y otra detrás, en ocasiones sin posibilidad de pagar el alquiler de un piso. Han pasado dos años y tres meses y aquel acuerdo plenario ha quedado en papel mojado, a pesar de que el Ayuntamiento dispone de 24 viviendas de su propiedad, que están vacías, con las ventanas y puertas cerradas a cal y canto, a las que no da ningún uso. Dos docenas de casas repartidas por toda la ciudad -a las que hay que sumar las que Ensanche 21 tiene en Salburua y Zabalgana-, que el propio equipo de gobierno reconoce que no sabe en qué estado de habitabilidad se encuentran porque no están inventariadas. Esta veintena de viviendas están en Aretxabaleta, Sansomendi, Casco Viejo y Ensanche. Unas en ruina, como dos inmuebles de la calle Cubo; otras no son habitables, como dos pisos de la calle Florida, y alguna está a falta de pintar y amueblar, como ocurre en Antonio Machado. Hay viviendas que necesitan una reparación completa antes de ser ocupadas, en otras basta con una pequeña obra para entrar a vivir e incluso hay casas rehabilitadas en 2010. Y otro tanto ocurre con las 23 lonjas, también vacías, de Loreto de Arriola, Florida, Postas, calle Logroño, Labastida, calle Amadis etcétera. Locales que, además de estar infrautilizados, desmejoran la imagen de los barrios en los que se encuentran, aportando una clara sensación de abandono.
Viviendas y locales de propiedad municipal vacíos hay en Vitoria, otra cosa es que el gobierno de Javier Maroto no quiera cederlos a familias que pasan por un proceso de desahucio o a asociaciones que en un determinado momento necesitan una sede para su actividad -explica la concejala del PNV Nerea Melgosa-. Se han dado casos de colectivos sociales que han solicitado un local y se lo han ofrecido en Zabalgana, lonjas en las que se tenían que gastar un montón de dinero en reformas antes de entrar, porque el Ayuntamiento les aseguró que en el centro no tenía ningún local disponible. “A nadie le entra en la cabeza que tengan 24 pisos cerrados, sin saber en qué condiciones están y que pasen de ellos”, lamenta la concejala. “Viviendas desaprovechadas habiendo la necesidad que hay”, se indigna. Al margen de que -aseguran los nacionalistas- el estado ruinoso de varias de estas casas se podía haber evitado a tiempo: “Hay fondos para ello”, asegura Melgosa; “otra cosa es que no quieran gastar el dinero en esto, escudándose, por ejemplo, en que poner una vivienda a disposición de las personas desahuciadas es competencia del Gobierno Vasco, concretamente de Alokabide”, indica. Se trata de propiedades que no parecen generar demasiado gasto a las arcas públicas, ya que además de que el mantenimiento es escaso, estos pisos están exentos de pagar la contribución y las basuras, facturas que se giran a los inquilinos en caso de que los haya. En lo referente a los locales sucede otro tanto.
Sorprendente resulta también, en su opinión, que el Ayuntamiento desconozca el estado de la cuarta parte de estos pisos. Por eso, el PNV solicita al gobierno de Maroto que elabore un inventario, acompañado de un informe sobre la situación de dichas viviendas, donde figure cuál es su estado de conservación y con una estimación económica de lo que costaría adecentar estas propiedades. Igualmente, que se utilicen estos recursos residenciales para dar respuesta a las familias desahuciadas siempre que se trate de su hogar habitual, y de paso, cumplir la moción que el propio Ayuntamiento aprobó. Además de ésta, la moción contemplaba otras medidas ya adoptadas, como eximir a los desahuciados del impuesto de plusvalías, detalla Melgosa.
Papel mojado. En 2012, el Pleno municipal de Gasteiz se comprometió, a raíz de una moción del PNV, a adoptar medidas para frenar los desahucios. Una de ellas consistía en activar los recursos residenciales en desuso del Ayuntamiento para dar respuesta a las necesidades sociales.
Desahucios. El PNV pide ahora al gobierno de Maroto que haga un inventario del estado en que se encuentran todas estas casas y lonjas, y les dé uso, por ejemplo, poniéndolas a disposición de las familias desahuciadas.