agurain - Los niños de la Llanada oriental tuvieron el miércoles la oportunidad de ver a Olentzero antes de su noche más ajetreada. Durante todo el día el mítico carbonero recorrió los pueblos de Agurain, Dulantzi, Araia y Barrundia llevando la ilusión de la navidad a niños y mayores. Los más pequeños tuvieron la oportunidad de acercarse a él y entregarle sus cartas cargadas de deseos.
En el municipio de Barrundia los más pequeños saludaron personalmente a Olentzero en la fiesta que se celebró en Marieta. Su llegada se celebró con el toque de txalaparta y la danza del aurresku. Además tuvo lugar una castañada y se repartió chocolate, txistorra y vino caliente. “Como en años anteriores invitamos a venir a la fiesta de blusa o neska. También se puede entregar al Olentzero la carta o un dibujo”, explicaron desde el departamento de cultura del Ayuntamiento de Barrundia.
En Dulantzi su llegada se produjo a las 18.00 horas. La fiesta comenzó con una kalejira, en la que se incluyeron personajes mitológicos de la cultura vasca.
En el municipio de Elburgo vecinos y visitantes recibieron a Olentzero a las 18.00 horas para acompañarle en su recorrido por el pueblo. Después visitaron la residencia de ancianos. Posteriormente la fiesta se trasladó al multiusos Landederra, donde el grupo de belenistas y varios jóvenes de la localidad interpretaron con txontxongilos el cuento del Olentzero.
Otra de las localidades de la Llanada que festejó la llegada del carbonero del monte fue Agurain, donde comenzó visitando la residencia de ancianos de la villa acompañado de Maridomingi. Al caer la noche, los vecinos, armados con antorchas e instrumentos musicales como txistus o trikitixas desfilaron por las calles de la villa hasta la plaza de Santa María. - E.S.P.