Amurrio - Los termómetros marcaban cinco grados en la tarde-noche del miércoles en la plaza Juan Urrutia. Sin embargo, eso no fue impedimento para que decenas de familias -en su mayoría jóvenes y con hijos en edad escolar- salieran a la calle a dar luz al euskera. Cuando el reloj de la plaza del Ayuntamiento señaló las 18.30 horas, se apagaron todas las farolas y, en su lugar, fueron encendiéndose cientos de velas que iluminaron, en un enorme círculo, el deseo de los congregados: que la lengua vasca se utilice los 365 días del año.

El acto estuvo acompañado de música. Antes, el mismo recinto albergó una intensa tarde de actividades de ocio. Mientras los más pequeños disfrutaban de talleres de maquillaje y pintura, los adultos hicieron corrillos para hablar en euskera de cualquier tema, haciendo que el mintzodromo previsto en el programa resultara un éxito. Dadas las bajas temperaturas, se agradeció el chocolate que repartieron Imanol Arberas y su compañero del bar Frontón.

Las estampas de la tarde fueron en sí mismas un buen ejemplo de lo que necesita la lengua vasca para alcanzar su plena normalización. En esta villa, con un población de poco más de 10.000 habitantes, son más de 4.000 los vecinos que entienden euskera. - A.O.