vitoria - El diputado general de Álava, Javier de Andrés (PP), ha dado un golpe de timón a su postura respecto a la continuidad de la central nuclear de Garoña, complejo burgalés ubicado a escasos 40 kilómetros de la capital alavesa. Lo que hasta la fecha había sido perfil plano en sus posicionamientos respecto a la más que posible continuidad del recinto, al clamor ciudadano y político -salvo por parte del PP- contra la planta e, incluso, a los posicionamientos de algún significativo correligionario popular, como el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, en contra de la central, desde ayer parece adquirir algo de tono en la línea de lo que le pide una mayoría social en Álava. En concreto, el gestor conservador opinó ayer que si al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) "le cuesta un año" determinar si la planta atómica es segura o no "lo mejor sería decidir ya ahora que no se vuelva a abrir". Es decir, lo más parecido a un no a Garoña en boca del líder del Partido Popular alavés.

De Andrés hizo estas declaraciones durante el Pleno de control celebrado ayer en las Juntas Generales de Álava en respuesta a sendas preguntas de EH Bildu y el PSE-EE sobre su postura en relación con la posible reapertura de Garoña después de que Nuclenor -firma que se encarga de la gestión de la planta y que es subsidiaria al 50% de las multinacionales Iberdrola y Endesa- haya pedido renovar el permiso de explotación de la misma hasta el año 2031. El diputado general dejó claro que se trata de una opinión personal y al mismo tiempo insistió en varias ocasiones que el cierre de esta central no es su "responsabilidad institucional" ya que es una cuestión que compete al Gobierno de España.

"Quieren que me posicione en una materia que no me corresponde y no corresponde a estas Juntas Generales", afirmó De Andrés, quien también aseguró que él no va a "hacer nada ilegal" para "presionar" al Gobierno central o a las empresas propietarias de Garoña. "Pocas alternativas tenemos para presionar a las empresas que sean de carácter legal", resumió De Andrés, quien también explicó que no ve voluntad en las empresas propietarias de Garoña en atender el posicionamiento en contra de la reapertura mantenida por el parlamento provincial y otras instituciones vascas.

Explicó que ha puesto en conocimiento de las instituciones competentes toda la información sobre la opinión de las Juntas Generales de Álava e indicó que le ha advertido al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, del "rechazo frontal" que pudiera tener en esta provincia la reapertura de Garoña.

De Andrés afirmó que no le ha gustado el procedimiento que se ha seguido en la prórroga de Garoña y calificó de "extraño" que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) pueda tardar un año en determinar si es segura o no la reapertura. En ese sentido, recordó que la Diputación de Álava no se puede sumar al recurso interpuesto por las Juntas alavesas ante el Tribunal Supremo contra el Real Decreto que posibilita la reapertura de la central porque no está permitido en el momento procesal actual. De Andrés añadió que no "desdeña" esa vía y aseguró que "es posible prospere" este recurso, que ha sido ya aceptado a trámite.

En la misma línea, negó las acusaciones de los junteros de EH Bildu y PSE-EE, Gorka Ortiz de Guinea y Andoni Calurano, respectivamente, de que no lidera la defensa del territorio histórico en la reclamación del cierre definitivo de Garoña, que piden, según insistieron, la mayoría de los alaveses. Ante ello, De Andrés aseguró que tiene el aval de quienes le votaron en las urnas y que él no es portavoz de las "interpretaciones" que se hagan de lo que es la mayoría en Álava. Por su parte, Calurano censuró que De Andrés haga prevalecer los intereses de su partido frente a su cargo institucional, mientras que Ortiz de Guinea opinó que es "incompatible" su posicionamiento en esta cuestión con ser diputado general.

Regreso del miedo La amenaza nuclear de Santa María de Garoña tomó forma hace unas semanas con la solicitud oficial de Nuclenor de reabrir la central nada menos que hasta el 2 de marzo 2031, año en el que el complejo atómico burgalés cumplirá sesenta años de explotación comercial. El caso es que Iberdrola y Endesa solicitaron de forma oficial la renovación del permiso de funcionamiento de sus instalaciones atómicas para que permanezcan operativas los próximos 17 años y no hasta 2024, como se estimaba hace ahora una semana. El pasado día 20, el presidente de Endesa, Borja Prado, anunciaba la intención de Nuclenor de pedir la licencia de apertura "antes del 6 de julio", fecha límite de la que disponían para una solicitud que cuenta con el rechazo mayoritario de la sociedad alavesa, vasca y estatal. Tenía dos meses más de margen, pero apenas tardaron siete días en presentar el requerimiento al Ministerio de Industria, Energía y Consumo del Gobierno español. Según apuntan desde Nuclenor, su espejo para prolongar la actividad en Garoña son las plantas nucleares de Estados Unidos, donde se aplican estas seis décadas de vida útil de una central nuclear. - DNA/Efe

Concentración. El exterior de la oficina de Iberdrola de Beato Tomás de Zumárraga se convirtió ayer en sede de una pequeña representación contra la continuidad de Garoña convocada por EH Bildu. Aprovechando la ocasión, los concentrados pidieron al Gobierno que revise todos los contratos suscritos por el Ayuntamiento de Vitoria con Iberdrola y Endesa así como que en adelante no contrate con ninguna empresa que conforme Nuclenor. Foto: Josu Chávarri

Tribunal Supremo. Las Juntas Generales de Álava han conseguido recientemente que el Tribunal Supremo admita a trámite su recurso contra la reapertura de la central de Garoña.

Oposición del PP. La denuncia de la Cámara foral alavesa obtuvo la aprobación de todos los grupos en la oposición: PNV, EH Bildu, PSE y EB Berdeak. Sólo el Partido Popular alavés votó en contra el pasado mes de marzo de sacar adelante esta iniciativa judicial para evitar la puesta en marcha del complejo burgalés.