El concurso de ideas convocado por el Consistorio para hacer de esta plaza un espacio cubierto multifuncional recibió la friolera de 65 propuestas. Tras ser analizadas la calidad arquitectónica, la adecuación al entorno e integración urbana, la viabilidad y funcionalidad y los valores medioambientales y de sostenibilidad, las propuestas han quedado reducidas a cinco.

Se trata de las tituladas San Antón de Armuru Berpiztu, Kabia, Harrespil, Alde Batera y ON/10. Pese a que los pliegos de condiciones dejaban a criterio de los concursantes su mantenimiento integral, intervención parcial o demolición del espacio porticado existente, la práctica totalidad de las propuestas han optado por el derribo de la vieja estructura para poner en valor la ermita y posibilitar su incorporación a la trama urbana y, en particular, su percepción desde la calle Landako mediante el empleo de diversas estrategias, tales como liberar espacio frente al acceso de la ermita, cubiertas translúcidas, y la creación de espacios y volúmenes diáfanos que eviten competir con el histórico templo.

Con todo, cada una tiene su singularidad. De hecho, San Antón de Armuru Berpiztu apuesta por una nueva cubierta mediante pilares y vigas de acero con forma arbórea, simulando un bosque, y rematada por una cubierta de "láminas de etfe tensado. Un material transparente con serigrafía, reciclable y autolimpiable con el agua de lluvia y una máxima iluminación de luz natural". De igual forma, la titulada Kabia plantea una cubierta amplia y ligera con diversas entradas de luz, formada por vigas direccionales de madera laminada encalada que permite grandes luces apoyadas sobre una esbelta estructura tubular de pilares de acero, cuya estratégica posición crea un espacio amplio, diáfano y polivalente que, a su vez, permite una distribución ordenada y con amplias circulaciones los días de mercado.

Por su parte Harrespil "constituye una suerte de cromlech oteiziano" con una superficie diáfana a cubierto de 550 metros cuadrados, gracias a cuatro pantallas de hormigón que sustentan una estructura de vigas de madera laminada, con una cubierta acanalada de fibra de vidrio translúcida. Algo menos de superficie bajo techo ofrece Alde Batera, ya que son 432 metros cuadrados, totalmente libres de columnas, bajo una cubierta de policarbonato "translúcida, reciclable y resistente que permite el paso del sol", que se sustenta sobre cuatro pórticos metálicos; y que respeta al máximo en entorno y da todo el protagonismo a la ermita. Un objetivo que también se lo ha marcado como principal el proyecto bautizado como ON/10, ya que para realzar el templo propone una superficie cubierta de 600 metros cuadrados, totalmente diáfanos, de la que se elevan diez columnas (ahora hay una treintena) que soportan una estructura de acero concebida en forma de caja, con cerramiento de madera que pierde opacidad a medida que se acerca a la cara norte, favoreciendo la entrada de luz en el espacio cubierto y liberando la perspectiva hacia la ermita.

En definitiva, cinco ideas cuyos autores han recibido una prima de 2.000 euros. Sólo el mejor de ellos se hará con el encargo de redactar el proyecto, en dos meses desde la firma del contrato, por otros 20.000 euros. Las personas que quieran aportar su granito de arena a la valoración de la solución más idónea para este céntrico e histórico espacio podrán hacerlo entre las 17.00 y las 20.00 horas de hoy jueves, y entre las 10.00 y las 13.00 horas de mañana viernes, acercándose a la carpa informativa que se va a instalar en la propia plaza.