El extorsionador extorsionado
Una falsa denuncia ante la Guardia Civil de Vitoria descubre una turbia trama entre empresarios
Vitoria - Una falsa denuncia presentada ante la Guardia Civil de Vitoria ha permitido detener a dos empresarios que estaban extorsionando a otro, Javier Churruca, gerente y copropietario del Club de Pádel de La Grajera (Logroño), y a varios secuaces que fueron contratados para lograr quedarse con el negocio de la víctima. Entre esos sicarios se encuentra una persona identificada como J.L.I., que se presentó como concejal por el Ayuntamiento de Oion amenazado por ETA -por eso llevaba un arma de fuego-, y otra persona, O.M.M., exconcejal del PP en Ezcaray. Los empresarios detenidos como presuntos autores intelectuales de la extorsión contrataron los servicios de varios secuaces para hacerse con el negocio de Churruca, exsocio de éstos, con el que mantenían distintas demandas civiles.
Las instrucciones que recibieron consistieron en propinarle una paliza con garantía de dos semanas de ingreso hospitalario, quemar parte del negocio e introducir gran cantidad de droga en su vehículo. En pago por llevar a cabo estas acciones recibieron 34.000 euros. Sin embargo, pese al acuerdo, los secuaces exigieron más dinero a cambio de su silencio, llegando a conseguir con esta acción otros 20.000 euros.
El hilo conductor que ha permitido desenmarañar la trama fue una denuncia presentada en dependencias del equipo de delitos contra el patrimonio de la Guardia Civil de Vitoria. El denunciante, uno de los presuntos autores intelectuales de la extorsión, manifestó estar siendo extorsionado por varios individuos que le exigían grandes cantidades de dinero, teniendo gran temor de que estas personas pudieran causarle daños a su mujer e hijos. En el relato indicó tener discrepancias con un exsocio, con el que mantenía distintos litigios judiciales abiertos. Ante la gravedad de lo denunciado, agentes de Vitoria se desplazaron a Logroño para establecer junto con sus homólogos riojanos un dispositivo de control y vigilancia sobre el denunciante, su familia y su domicilio, lo que permitió la detención de dos personas que intentaron acceder a su vivienda.
En la investigación pudo determinarse que la denuncia presentada en dependencias de la Guardia Civil de Vitoria era falsa, ya que éste, al no poder aguantar la presión a la que le sometieron los extorsionadores, decidió presentar una denuncia falsa, en la que dejó entrever que él era la víctima de una extorsión cuando en realidad había sido uno de sus instigadores.