Gasteiz. Vitoria amanece hoy dispuesta a comerse con patatas a sus rivales en la apasionante lucha por ser la Capital española de la Gastronomía 2014. Al menos de apoyo ciudadano, uno de los condimentos decisivos para lograr el título, va sobrada. A lo largo de la batalla, Gasteiz ha sumado más de 10.000 adhesiones, la cifra más alta de las anunciadas por las localidades candidatas. El jurado, no obstante, tiene la última palabra. Y se propone deliberar toda la mañana, tomándose su tiempo para catar las propuestas presentadas por la capital alavesa, Huesca, Valencia y Sant Carles de la Ràpita. Luego, llegará el veredicto. El reconocido chef Adolfo Muñoz, premio nacional de Hostelería tras más de cuatro décadas dedicadas a los fogones, responsable del restaurante Adolfo de Toledo y Palacio de Cibeles, se encargará de darlo a conocer desde Madrid. "Y la ganadora es...".
Hace días que Huesca rellenó los puntos suspensivos con su nombre. Los carteles que ha lanzado para promocionarse la califican ya como Capital de la Gastronomía 2014 y es en una triste esquina donde se matiza que aún es candidata. La polémica campaña ha hecho pensar a unos cuantos gasteiztarras que el pescado está vendido, pero otros piensan que la maniobra se volverá en su contra por burda. El alcalde de Vitoria está entre estos últimos. Ayer mismo, Javier Maroto opinó que los oscenses han reducido sus posibilidades. "Y nosotros seguimos poniendo toda la carne en el asador para que el plato guste al jurado", aseguró.
Cierto es que, de todas las aspirantes, Huesca parece rezumar más sabor a triunfo. Fue la primera en presentarse a la nueva edición y aparece con asiduidad en la web que promociona el premio, organizado por la Federación Española de Hostelería y la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo. Al describir las distintas candidaturas, ambos colectivos empiezan por la localidad aragonesa. Dicen que tiene productos de calidad, autóctonos y diferenciadores, ostenta varias estrellas Michelin y soles de la Guía Repsol, ha sabido impulsar sus escuelas de hostelería y a los profesionales del gremio, organiza numerosas iniciativas gastronómicas desde diferentes ámbitos a lo largo de todo el año y une a sus propias fortalezas las de la comarca de La Hoya y toda la provincia. Nada que, en realidad, Vitoria no pueda decir de sí.
Los creadores del premio destacan que la capital vasca se haya presentado a petición de los hosteleros locales. Quienes trabajan entre los fogones vitorianos están convencidos de que este evento puede ser un elemento dinamizador para el sector y para la ciudad, mediante la realización de actividades en la calle que provoquen la participación ciudadana. Los otros puntos fuertes de Gasteiz son, según ambas federaciones, los atractivos de la propia ciudad y su entorno, la profusión de apoyos recibidos, sus habituales acciones de promoción enogastronómica, la continua información sobre la cultura del buen yantar, las rutas por la provincia y los abundantes productos agroalimentarios propios como la patata alavesa, la alubia pinta, la sal de Añana o la miel del Gorbea.
Quizá Huesca ha llamado más la atención por su dossier, que presenta "un programa de actividades gastronómicas novedoso y muy completo", pero ha logrado apenas 2.000 adhesiones de particulares, entidades y cocineros de prestigio. Ahí puede estar la baza de Vitoria para adelantarle en la carrera por el premio, ya que el jurado va a tener muy en cuenta el volumen de apoyos. Por cantidad gana Gasteiz. Por calidad... Los oscenses presumen de tener a Chema Larramona, Carmelo Bosque, Antonio Arrabal y Diego Herrero, pero la ciudad alavesa va de la mano de Karlos Argiñano y su hermana Eva, Juan Mari Arzak y su hija Elena, Martín Berasategui, David de Jorge, Pedro Subijana, Alberto Chicote y Diego Guerrero.
Valencia no necesita grandes promociones. Todo el mundo conoce la ciudad y sus bondades. Una clave lo suficientemente poderosa como para alzarse con el título, aunque hasta ahora no haya entrado con la misma fuerza en las quinielas. Su candidatura, presentada desde la institución local, cuenta con cerca de cincuenta adhesiones. Empresas, asociaciones e instituciones entre las que se encuentran el Gobierno autonómico, la Diputación, la Universidad, las denominaciones de origen de la Chufa, del Arroz, del Vino de Valencia o de Utiel Requena, la Federación de Hostelería y demás empresas del sector, la Confederación Empresarial de Valencia, la Cámara de Comercio y todos los restaurantes con estrella Michelin que dan sabor a la ciudad.
A Sant Carles de la Ràpita le pasa lo contrario. Es una localidad pequeña y poco conocida pero, según los expertos, promete. Por algo se convirtió en miembro Saborea España, una plataforma de promoción gastronómica que agrupa a 20 destinos culinarios destacados por su rica oferta. Su tradición se sustenta en la cocina marinera y la excelencia del producto del mar. Destacan el langostino y la galera. Gran riqueza marina fusionada con productos de la tierra como los aceites de las Tierras del Ebro.