el deseo de miles de alaveses de salir de casa durante unos días para desconectar de sus obligaciones y rutinas está chocando frontalmente con la difícil situación económica. La gente no ha dejado de viajar dentro de sus posibilidades, pero esa gran desbandada de vecinos propia de fechas puntuales como el puente que arranca mañana, incluso a destinos internacionales, comienza a ser ya parte del pasado. Para muchos, por desgracia, este sano hábito se ha convertido en un lujo.

Quienes ahora salen se decantan mayoritariamente por destinos más cercanos y económicos, ajustando al máximo su presupuesto. En muchos casos tirando de coche y hotel más o menos barato y minimizando las pernoctaciones. Los que se lo pueden permitir, todavía se dan pequeños caprichos como viajar al extranjero en avión e incluso moverse por distintas ciudades, con el consiguiente desembolso en hoteles, pero esa alegría propia de los años anteriores a la crisis hace mucho que se desvaneció. Incluso a aquéllos que todavía disfrutan de una posición económica más o menos cómoda, el difícil contexto acaba por retraerles. "El que puede viajar porque está estable, mira el entorno y eso le paraliza", advierte Rubén Hernández, responsable de Viajes Araba. Este profesional se atreve incluso a vaticinar que esa época dorada de opulencia, en la que los touroperadores proliferaban y a la mayoría de la gente no le importaba dejarse sus ahorros en viajes, "ya no volverá".

Canarias será un año más durante este puente y las próximas navidades un destino estrella entre los alaveses, ansiosos de huir de los primeros fríos del otoño-invierno, pero varios factores han influido en que el archipiélago se haya transformado en un lugar menos accesible. La inestabilidad política de países del norte de África como Egipto o Túnez, tradicionales receptores de turistas, ha atraído a Canarias a un volumen ingente de viajeros procedentes del norte de Europa, alemanes y holandeses entre otros, que han copado los hoteles y provocado también que los precios para alojarse se disparen. Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote siguen siendo las islas favoritas de los alaveses, pero quienes no hayan reservado ya su viaje para desplazarse allí en estas fechas y quieran hacerlo ahora deberán realizar un desembolso económico muy importante.

No sólo para alojarse, sino para desplazarse, porque incluso los vuelos low cost se encuentran ya por las nubes y los pocos touroperadores que aún siguen trabajando han reducido a la mínima expresión los vuelos charter debido a la crisis. Ahora, para reducir riesgos, contratan sus plazas en vuelos regulares -incluso entre varias de estas compañías- y así mantienen a flote el negocio, aún a costa de reducir considerablemente sus márgenes de beneficio.

Tampoco fallarán en estas fechas otros destinos típicos como Benidorm, que cada vez ha dejado más de ser un punto turístico propio de matrimonios mayores y personas viudas para atraer también a familias con niños e incluso a gente más joven, todos atraídos por su benévolo clima y sus asequibles precios. También habrá escapadas para esquiar en el Pirineo aragonés, catalán o francés, puntos calientes como Formigal, Baqueira o Luz Ardiden, y también en Andorra, una opción socorrida que los alaveses suelen organizar por su cuenta -sin autobuses organizados- al encontrarse el territorio en un punto "neurálgico", desde el que puede desplazarse en coche fácilmente a las principales estaciones.

a parís... en autobús Rosa Vega, directora de Viajes Arana, añade también a los destinos que los vecinos del territorio han elegido para este puente distintas ciudades españolas como Madrid, León o incluso Cuenca, para las que se han vendido numerosos circuitos de autobús, la forma más barata de desplazarse, y hotel. Los balnearios también están entre las opciones favoritas. Y entre los destinos internacionales, París y Lisboa surgen entre los preferidos. Urbes mágicas en las que perderse durante unos días y a las que, también para economizar, numerosos alaveses viajarán en autobús dentro de circuitos organizados. Todo vale por ahorrar unos cuantos euros en esta época de vacas flacas.

La oferta de paquetes turísticos más especiales, que incluyen vuelo, traslados y hotel, sí se ha reducido considerablemente por la ya mencionada crisis de los touroperadores. Podrá volarse durante el puente y las navidades a destinos internacionales como Bruselas, Praga, Estambul o Marrakech desde ciudades cercanas como Bilbao, Pamplona o incluso Logroño -a Foronda, por desgracia, ni se le espera-, pero las operaciones se cierran "con cuentagotas". Más todavía al hablar de otros destinos bastante más lejanos como pueden ser Tailandia, Dubai o las costas caribeñas. "La gente ya ni pregunta por ellos", asume Hernández. "El presupuesto está muy reducido. Hay miedo porque la crisis sigue aleteando y la gente lo que más mira ahora es el precio", añade su colega Vega.

Vanesa Ruiz de Gauna, responsable de Viajes Bidasoa, también coincide en apuntar hacia ese cambio de tendencia del viajero alavés, que cada vez mira más el bolsillo a la hora de escaparse lejos de los límites del territorio. "La gente no deja de viajar, pero lo hace de distinta manera. Ahora se opta más por esas escapaditas cortas", asume la profesional. Benidorm y Canarias son también dos de los destinos favoritos por los clientes de su negocio familiar, no sólo en estas fechas prenavideñas sino "durante todo el año". De cara al puente, a los destinos ya citados Ruiz de Gauna añade otros nacionales incluidos en circuitos en autobús como Asturias, Cantabria o Galicia, y alguno europeo como la atractiva Berlín. El movimiento no es ni de lejos el de ejercicios anteriores, pero no sólo debido a la crisis, sino porque no hay que olvidar que la fiesta de la Inmaculada cae en domingo y el puente ha menguado bastante.

Ya de cara a las navidades, Canarias volverá a ser "el número uno", escapadas de una semana ya contratadas tiempo atrás, aunque también habrá quien pueda permitirse disfrutar del Caribe. Andalucía también será el destino de algunos afortunados para pasar la Nochevieja, una nueva modalidad de paquete turístico que numerosos hoteles malagueños o gaditanos han comenzado a explotar últimamente: Alojamiento, cenas especiales y cotillón para devolver la vida a unos establecimientos que tras el verano tienden a perder su esplendor. Y a precios bastante económicos, la clave que tantas veces sirve para decantar la balanza.