Donostia y Bilbao tienen la fama, pero en muchas ocasiones Vitoria se lleva los premios. La XI Semana del Pintxo ofrece, desde el pasado viernes, la oportunidad de descubrir la revolución alavesa en la cocina diminuta a lo largo de 47 locales. Un regalo al paladar que seis blogueros gastronómicos vascos no han querido desaprovechar. Invitados por la asociación de comerciantes Gasteiz On, organizadora de tan suculenta cita, ayer descubrieron las propuestas de nuestros hosteleros. Y, lo que es mejor, aplaudieron muchas de ellas. Ahora, promocionarán los descubrimientos en sus dominios internáuticos y a través de las redes sociales. De la barra a Internet, en un clic.

La Semana del Pintxo se esfuerza por ofrecer calidad a través de una gran variedad. Hay cocina innovadora, que juega con espumas, burbujas y atmósferas de humo, y productos tan tradicionales como las alubias, carrilleras o la morcilla con un toque de diseño. Los sabores más genuinamente montañeros, protagonizados por las setas y los hongos, rivalizan con los frutos del mar. También existen propuestas internacionales adaptadas al terruño, como la minihamburguesas de rabo o de cordero, hasta lo más nuestro, empezando por la pinta alavesa. Y cada una de ellas, a dos euros.

Hasta el domingo de la próxima semana, un jurado visitará los locales participantes en el concurso y valorará los pintxos puntuándolos de acuerdo a la presentación, su disponibilidad, el valor gastronómico y encaje de los sabores, el servicio y la originalidad. Arrasadas las barras, las creaciones finalistas pasarán a una fase final que se celebrará el día 20 en la Escuela de Hostelería de Mendizorroza. Entonces, un tribunal especialista formado por cinco miembros de reconocida reputación en el mundo de los fogones decidirá qué creaciones son las mejores. Habrá premios de oro, plata y bronce, otro alavés y un galardón popular a la propuesta más votada por los gasteiztarras que fueron de bares.