existía tanta expectación por estrenar el nuevo edificio de consultas del Hospital Universitario de Álava (HUA) que el primer paciente citado en las modernas instancias se presentó allí con 24 horas de antelación. El aludido, que llevaba a su hijo al pediatra, se topó entonces para su sorpresa con algunos de los invitados que iban a asistir a la inauguración oficial del recinto en lugar de hacerlo con el personal administrativo o médico habitual, así que no tuvo más remedio que darse la media vuelta. Le comunicaron que debería regresar al día siguiente, o sea, ayer, cuando el bloque de consultas realmente sí comenzaba a recibir a sus primeros usuarios. El calendario le había jugado una mala pasada.
Anécdotas como ésta aparte, el estreno de la moderna infraestructura transcurrió con total normalidad y tanto los pacientes como los profesionales del servicio agradecieron ayer, con pequeños matices, el salto cualitativo que ha supuesto abandonar la claustrofóbica área de consultas externas de Txagorritxu. Fueron sólo unos pocos los que tuvieron este privilegio, los pacientes pediátricos, sus padres y los profesionales del servicio. Porque junto a Pediatría, el edificio de consultas del HUA sólo tiene a pleno rendimiento por el momento al Laboratorio Unificado de Álava, que se ubica en su última planta y ya viene trabajando desde hace unos días. La próxima semana se mudarán allí también los despachos médicos de Alergología y parte de los de Traumatología. El servicio de Rayos deberá esperar también unos pocos días más para instalarse porque la dirección del HUA aún está pendiente de recibir el preceptivo permiso del Gobierno Vasco.
El hecho de que todos los pacientes hayan sido avisados con antelación del traslado al nuevo edificio ayudó ayer en gran medida a que no hubiese incidencias con las citas. Algunos, incluso, se presentaron bastantes minutos antes de la hora a la que debían pasar consulta para no perderse por las nuevas instalaciones. Lo tenían fácil, porque Pediatría se ubica en la planta baja del edificio -al igual que lo hará en su momento Traumatología- por razones de accesibilidad, a sólo unos metros de la puerta giratoria de acceso.
12 consultas Rashid Iqbal fue uno de los primeros usuarios en estrenar las remozadas consultas de Pediatría, acompañado por su hijo Umair, de ocho años, que debía pasar una revisión rutinaria. Ambos esperaban su turno pasadas las 9.30 horas en una de las amplias y luminosas salas de espera del centro mientras alababan la amplitud del edificio y las facilidades que les pusieron los profesionales para encontrar su despacho médico. En el primer día de servicio, un total de 12 estaban ya operativos. "Ahora estamos más cerca de casa", apuntaba el chaval, ya que la familia reside en el barrio de Zabalgana. "El edificio está muy bien y cuando hemos entrado nos han explicado todo perfectamente", aseguraba el padre, que suma ya nueve años de residencia en Gasteiz.
Fue la tónica habitual de una jornada que el director gerente del HUA, Jesús Muñoz, siguió de cerca para detectar posibles problemas y tomar nota de cara al futuro cercano. "Es un día de jaleo, pero como el traslado se hará servicio por servicio iremos solventando los fallos que haya y aprendiendo sobre la marcha", apuntaba Muñoz. Al menos, en las primeras horas de vida de las consultas externas del HUA los sistemas informáticos y de citas funcionaron "bien", según el gerente. Además, gracias a las nuevas tecnologías, los procesos se simplifican al extremo en el centro y ya ni siquiera es necesario recurrir al papel. La implantación de Osabide Global, la historia clínica digital en todos sus servicios, y a los cuatro totems instalados en el hall, todo son facilidades. Este sistema, "el mayor avance" a juicio de Muñoz, hace posible que sólo con introducir en el lector la Tarjeta Sanitaria (TIS) o el código de barras impreso en la cita el aviso de que el paciente se encuentra ya en el interior del centro salte directamente a la consulta. Un sistema de gestión de colas que a buen seguro servirá para acortar tediosas esperas en muchos minutos.
La pareja formada por Alberto Fernández de Retana y Silvia Herrero, vecinos de Yurre, encontraban una carencia en este sentido, ya que el área de Pediatría aún no está equipada con entretenimientos para los más pequeños, ya sean juguetes o libros para colorear. Una circunstancia que, según matizaron fuentes del Departamento de Salud a este diario, se solventará en los próximos días. "Hay que tener en cuenta que estamos en el primer día", advertían estos portavoces. Herrero, al margen de este déficit puntual, sí que ensalzó una planta de consultas "más espaciosa, limpia y nueva" que la de Txagorritxu donde, además, podrá meter siempre con facilidad la sillita de su hija Maddalen, con la que tienen que acudir frecuentemente al hospital. "En el otro lado estábamos hacinados, era horrible. No había sitio para nada y además hacía mucho calor", recordaba la madre.
Más satisfecha con el cambio se encontraba incluso María Pilar Botella, jefa del servicio de Pediatría, para quien la jornada transcurrió "sin problemas, con las pequeñas cositas normales del inicio de un espacio nuevo, pero bien". Al margen de que las citaciones funcionaran correctamente, para Botella fue una gran noticia estrenar unas instalaciones como éstas, tras tantos años en Txagorritxu. "Hemos pasado de una chabolita a un palacio. Con los años hemos crecido, porque la idea es que los niños tienen que estar el menor tiempo posible ingresados, y por eso había que potenciar las consultas. El problema es que allí no había espacio", rememoraba.
En el edificio de consultas del HUA habrá sitio para todo, dos consultas de Cardiología infantil, otras tantas de Respiratorio, Digestivo, Endocrinología y Neurología, otra de Nefrología, tres de enfermería pediátrica y tres más polivalentes. Botella y su equipo, por fin, podrán olvidarse de situaciones indignas de un servicio público como Osakidetza como que tuviesen que habilitarse consultas dentro de los cuartos de baño. "De momento me gusta todo. La luz, el espacio... Es práctico, acogedor y más ágil que el servicio anterior", enumeraba la veterana profesional.
Sensaciones que, aunque con más cautela, compartía también Marta Puertollano, madre del pequeño Ander, que también debía pasar ayer una revisión. "Acabamos de llegar y la primera impresión ha sido bueno. Igual cuando todo esto esté a tope la cosa cambia", advertía. Para ello habrá que esperar como mínimo hasta el próximo marzo, cuando el edificio haya unificado ya todas las consultas que ahora se pasan en Txagorritxu y Santiago.