Vitoria. Más transparente y amplia, con sus 40 puestos en la planta cero, el supermercado en la inferior y un tejado con jardín vertical. Así será la nueva Plaza de Abastos de Vitoria, que, con los ocho millones aportados por un grupo local de inversores y 700.000 euros del Gobierno Vasco, afrontará entre septiembre de este año y noviembre de 2014 una importante renovación. Una reforma con la que se pretende mantener a grandes rasgos su aspecto pero también dotarle de una nueva imagen de mercado de ciudad. La maqueta y las infografías que adelantan el resultado final ya pueden verse junto al principal acceso al recinto. Ahora sólo falta por conocer qué se instalará en su primera planta: en septiembre se desvelará si es la Fnac u otra compañía vinculada al ocio.

Esta instalación municipal lleva desde antes de 2010 barajando una reforma clave, que le permitiera mejorar su instalación eléctrica, rehabilitar su cubierta, completar sus escaleras mecánicas o, por ejemplo, actualizar el rótulo de su fachada. Desde entonces, con financiación del Gobierno Vasco, se han solapado diversas actuaciones a las que, ahora, se suma una actuación aún más ambiciosa. Un grupo de inversores locales anunció que, con ocho millones de euros, se realizará una llamativa transformación -que se puede sumar a la reforma, apoyada por PNV y PP, de la plaza de Santa Bárbara-, la más importante en una estructura que se acerca a los 40 años de vida.

Hasta ahora, el proceso se ha ligado sobre todo a la posible llegada de la compañía Fnac, vinculada a la venta de libros, música y tecnología, a Vitoria. Pero, por el momento, es sólo una opción. Desde el Ayuntamiento de Vitoria ya aclararon esta misma semana que las obras permitirán liberar la planta +1 para que el grupo de inversores pueda alquilar el espacio a un "operador". La Fnac es la primera opción, pero no la única. La elegida se desvelará, en principio, en septiembre.

Será entonces, además, cuando arranquen los nuevos cambios en el céntrico mercado, que pese a todo mantendrá abiertos sus establecimientos durante el proceso. Además, tampoco se perderá a ninguno de los 40 puestos, que con la obra proyectada se habilitarán en la planta a cota cero -el supermercado pasaría a la inferior-, de una forma más accesible, con dos caras, que permita mostrar el género.

La visión de los arquitectos Así lo explicaron ayer los arquitectos responsables de la transformación de Abastos, un equipo integrado por José Antonio Barroso, Raquel Mielgo, Luis Zufiaur y Javier Bárcena. "Queríamos respetar este edificio, que es emblemático en la ciudad y se encuentra en un buen estado de conservación, y por eso planteamos crear una caja de cristal, que pasa todos los puestos de venta a la planta de acceso, como un escaparate", explicó Bárcena.

Con estos cambios, el edificio amplía su volumen en 2,5 metros, que funcionarán como un corredor para recorrer el perímetro de la plaza. Los accesos mecánicos se agruparían en la zona oeste, mientras que en la cubierta se apuesta por crear unos jardines verticales, reflejo de los negocios que albergaría en su interior, ya que se podrán trasladar a este punto la venta de productos ecológicos surgidos en las huertas de Abetxuko y Olarizu. La cubierta se saneará pero mantendrá su actual estructura.