Vitoria. No a la subida de impuestos, pero sí a una revisión del precio de los servicios municipales. Ése, de entrada, es el planteamiento del alcalde de Vitoria, Javier Maroto, para hacer frente a la caída de ingresos confirmada por el Gobierno Vasco y las tres diputaciones vascas, ésa que, según reiteró ayer el primer edil, motivó su decisión de retirar el proyecto presupuestario para este año. La oposición, sin embargo, acusó al PP de haber robado así el debate de las Cuentas, un panorama que ha complicado la búsqueda de apoyos al gabinete pero no le queda otra. Adaptar los ingresos corrientes es una competencia del Pleno, y de ahí que el dirigente no quiera "apriorismos" que le puedan cerrar puertas. Por eso especificó que no apuesta por subir los impuestos, pero tampoco lo descarta si ésa es parte de las condiciones de otra sigla.
El debate sobre los servicios municipales y su coste vuelve a estar sobre la mesa. En realidad, se trata de un tema constante en el Ayuntamiento, donde el interventor general, órgano de control económico del Consistorio, ha advertido con insistencia la poca capacidad de ahorro de Vitoria por su nivel de gasto corriente. Un problema con soluciones delicadas, ya que vigilar el gasto corriente afecta a la plantilla municipal y a los servicios, mientras que aumentar los ingresos corrientes puede traducirse en, por ejemplo, una subida de impuestos, tasas o precios públicos.
Aclarar el camino a seguir para corregir este desnivel entre gastos e ingresos es el objetivo de la ponencia sobre fiscalidad, que se reactivó el pasado mes de septiembre, y a la que el PP acudió con la única premisa de congelar los impuestos clave del Consistorio. El concejal de Hacienda, el popular Manu Uriarte, reavivó el debate al interesarse por el coste de los servicios del Ayuntamiento y hasta qué punto los subvenciona.
¿Esto quiere decir que el PP ahora no vería con tan malos ojos una subida de impuestos? El propio alcalde. en conferencia de prensa, negó ayer esta posibilidad, pero tampoco de forma rotunda. Maroto se preocupó por dejar las puertas abiertas. Apostó por no partir de posiciones "marcadas a priori con demasiada antelación". Porque el debate es cuestión del Pleno, donde el gobierno en minoría del PP necesita apoyos. La propuesta de Maroto es que o hay acuerdo en cómo rediseñar los ingresos o bien en el gasto, revisando los servicios del Ayuntamiento. No precisó cuáles ni si hay cuestiones intocables. Pero puso como ejemplo al Centro de Medicina Deportiva, donde se amenazaba con el cierre pero, al final, se cuadruplicaron sus tarifas.
Maroto admitió su preocupación por que se confirma la caída de los ingresos de la que ya le advirtió la Diputación alavesa y que motivó que, en febrero, el ejecutivo optara por retirar su Presupuesto, una decisión que ha generado más que dudas entre la oposición. De ahí que ahora el alcalde no quiera pillarse los dedos con exigencias, mientras apela a la "responsabilidad" de los grupos y espera sus reacciones.