vitoria. Tuvisa ya ha implantado sus frecuencias de agosto. La mayoría de las líneas pasa cada 15 minutos en lugar de cada diez y también se retrasa brevemente el inicio del servicio, como se especifica en los horarios que muestran durante todo el año las marquesinas del Ayuntamiento de Vitoria. La noticia, sin embargo, ha pillado por sorpresa a ciertos usuarios, que durante esta semana veían en sus paradas los anuncios de los horarios especiales para La Blanca, pero no eran conscientes de que otras cambios se alargarán todo el mes.
"Quizá ha faltado realizar alguna campaña de información. Sabemos que se hace cada año, pero ha faltado un aviso más destacado", explica Joseba Martínez de Guereñu, integrante de la asociación vecinal Salburua Burdinbide. Este nuevo barrio de la ciudad es uno de los afectados por estos cambios, porque por ejemplo la línea 3 Betoño-Zumaquera pasa ahora cada 30 minutos. Otras, como la 5 y la 6, sin embargo, lo hacen cada 15. Desde el otro lado de la ciudad, Adolfo Gago, representante de Mariturri Mendebaldea, lamenta precisamente que en fiestas la línea 6 se separe para acabar en la Catedral y arrancar de nuevo en La Paz, algo que, en su opinión, pone en peligro que los usuarios puedan beneficiarse del transbordo.
El Ayuntamiento explicó esta misma semana el funcionamiento de los autobuses durante las fiestas: activó un servicio especial al recinto ferial -desde las 17.30 horas, en la Catedral y Mendizorroza-, especificó qué paradas de las líneas se suprimen y detalló que los servicios diurnos funcionarán como días festivos -a las 8.00 horas- pero terminarán como laborables. Una serie de ajustes que, en definitiva, obligan a los usuarios a estar atentos a los anuncios y, a los más previsores, a salir de casa con algo más de tiempo.
Esta necesidad de cambiar los hábitos se hace extensible a todo agosto, puesto que a lo largo del mes se funciona con otras frecuencias, más relajadas que las del resto del año en días laborables, pero las mismas durante los fines de semana, según especifican fuentes municipales. Tuvisa reduce su flota en una veintena de autobuses, y eso obliga, como mínimo, a esperar 15 minutos en función de la línea. Y, en algunos casos -la 3 y la 9-, hasta 30.
Uno de los barrios más afectados por los cambios es, por ejemplo, San Cristóbal, ya que por esta zona pasan las dos líneas que ahora tendrán la menor frecuencia. Pero el integrante de Hegoaldekoak Miguel Ángel Ruiz afirma que "lo habitual después de fiestas es que los autobuses vayan vacíos". Las estadísticas de Tuvisa son claras al mostrar un bajón de usuarios en agosto: lo habitual es no superar los 700.000 usuarios, cuando en otros meses se está más cerca del millón.
Las asociaciones vecinales consultadas aceptan, por ello, este ajuste. Y más en una situación económica como la actual. La medida, eso sí, cuenta con el apoyo de los vecinos. El presidente de la federación VVA, Ángel Lamelas, recuerda que se trata de la misma medida que se aplica cada año por estas fechas, y que "los trabajadores de Tuvisa también tienen derecho a tener vacaciones. Sí es verdad que obliga a salir de casa antes, pero mejor que eso sea en agosto, cuando apenas hay gente en Vitoria, que en otra época del año".
Eso sí, también hay sugerencias de mejora. Y no sólo insistir más en el aviso de cambio, sino también mejorar las frecuencias por la mañana para no afectar a los empleados que, en agosto, no tienen vacaciones. Quizá son una minoría, pero su obligación de llegar puntuales a su puesto de trabajo es la misma que el resto del año.