vitoria. Afilaron los cuchillos en la pasada legislatura y ahora no hay tensión que se les resista. El portavoz del PSE, Patxi Lazcoz, y el alcalde, Javier Maroto, protagonizaron ayer un vehemente rifirrafe a cuenta de las declaraciones del primero tras el cese de José Ramón Villar. El exprimer edil socialista aseguró que "lo peor" de la paralización de su BAI Center es que "ante el mundo empresarial hemos quedado como una ciudad que no tiene credibilidad al afrontar proyectos importantes y con ambición". Una imagen que, según dijo, "está empezando a formar parte de la identidad vitoriana".

Muy disgustado por afrontar el fin de una era, Lazcoz advirtió de que otras ciudades "están reforzando sus infraestructuras congresuales y expositivas para generar más actividad económica y empleo". Y, sin embargo, Vitoria pone el freno al BAI Center "con la triste excusa de su pequeño tamaño". Según recordó, nuestro municipio ocupa el número 17 de todo el Estado por población "y aun así tenemos las peores infraestructuras congresuales y expositivas del entorno". "No podemos permitirnos el lujo de esperar siempre a ver qué pasa cada cuatro años, porque los grandes proyectos no se pueden hacer en una legislatura", subrayó Lazcoz, quien tendió su mano para construir un acuerdo en torno a actuaciones estratégicas al margen de los cambios de gobierno.

Al alcalde, el ofrecimiento le supo a ofensa. "Ni Bilbao ni San Sebastián tiene nuestro alto grado de consenso en proyectos estratégicos", dijo Maroto refiriéndose al Ayuntamiento de San Martín, la rehabilitación del Casco, el Plan de Movilidad, la Green Capital, el tranvía, la vivienda... "Sólo uno no tenía el visto bueno y hemos puesto orden", añadió.

Maroto reprochó a Lazcoz su "actitud de permanente rabieta, impropia de un exalcalde", cuando las urnas le han dicho que "no ha hecho nada por Vitoria salvo dejar un agujero de 25 millones de euros". Por eso, le conmninó a empezar a colaborar en el futuro de la ciudad o a "dejar trabajar al resto".