vitoria. El Ayuntamiento ya ha resuelto las alegaciones ciudadanas al plan de redensificación que contempla un aumento de la edificabilidad en los nuevos barrios. Finalmente serán 6.987 viviendas más las que se levantarán -"dentro de un montón de años, según el alcalde". La mayoría, 4.171, en Zabalgana y 2.816 en Salburua. A pesar de ser muchos pisos, son dos mil menos de los 8.977 que contemplaba la alternativa más suave diseñada por los técnicos.
El plan que define el mapa futuro de Salburua y Zabalgana se aprobará el miércoles en el último Pleno de la legislatura. Y, a pesar de ser un importante paso, esto no significa que se vaya a construir a corto y medio plazo porque, de momento, Vitoria dispone de oferta suficiente para atender la demanda. "No vamos a empezar a mover un nuevo parque de viviendas que ahora no necesita la ciudad; se hará dentro de un montón de años", explicó Patxi Lazcoz.
Gran parte de estas 6.987 casas se edificarán en zonas aún sin desarrollar, pero también habrá pisos que ocupen parcelas hasta ahora reservadas a bienes o equipamientos. Una decisión polémica -pese al respaldo de la Corporación- que no satisface a los propietarios que se oponen a tener nuevos vecinos frente a unas casas que compraron alejadas de bloques de hormigón. Aun así, el alcalde está convencido de que ha hecho lo correcto. Son dos mil pisos menos de los previstos en la opción menos agresiva, y "lo hemos decidido así, precisamente para no perjudicar a nadie e ir a una redensificación humana de Salburua y Zabalgana", matiza. De hecho, de las 1.600 alegaciones presentadas en un principio, sólo 150 han llegado a la fase final y 90 (62%) han sido admitidas.
Con esta decisión, el Ayuntamiento intenta no hacer responsable a los residentes de un error de planificación cometido por el Ayuntamiento a principios del año 2000, en el marco de una coyuntura en la que se imponía sacar rápidamente la mayor superficie de suelo posible urbanizable para construir viviendas, y así satisfacer la disparada demanda de ciudadanos inscritos en las listas de Etxebide.
E intenta al mismo tiempo solventar ese error de planificación y acallar las voces críticas que desde Europa, sobre todo, han advertido del despilfarro de suelo que ha regido la política de vivienda de Vitoria durante las dos últimas décadas, y que ahora está en entredicho.
punto y aparte En plena redacción del nuevo Plan General que marcará las futuras fronteras de Gasteiz, el Ayuntamiento marca con esta decisión un punto y aparte en las políticas de vivienda que, de ahora en adelante, se centrarán en el derribo, reconstrucción y rehabilitación de los bloques más viejos del los barrios ya consolidados y no en la ocupación de nuevo suelo más allá de los actuales límites de Vitoria. Esto es, los hogares que ocuparán las futuras generaciones estarán ubicados en barrios como Zaramaga, Ariznabarra o Adurza, en los pocos huecos libres que aún quedan en la ciudad y en los que surjan, por ejemplo, tras el soterramiento de las vías del tren.
Y en menor medida, en Salburua y Zabalgana, gracias a estas siete mil viviendas a las que el Ayuntamiento ha dado luz verde. "Es importante también que quien va a abrir un negocio disponga de masa de población suficiente para que su inversión sea rentable. "No queremos un paisaje de lonjas tapiadas con ladrillo sino mucha luz en los bajos de las viviendas para que no se conviertan en barrios dormitorio", defiende el primer edil.