vitoria. La reactivación económica del Casco Viejo se mide por la cantidad de persianas que han vuelto a levantarse. Y, desde que hace dos años y medio se puso en marcha el plan para dar impulso a la almendra medieval, el balance no puede ser mejor. De los 210 locales que dormían en 2008 el sueño de los olvidados, han abierto los ojos 114, un total de 6.000 metros cuadrados. De éstos, 71 han vuelto a la vida -ya están operativos, o en obras o cuentan con proyecto- de la mano de la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica, al menos veinte lo han hecho de forma autónoma y, además, la sociedad municipal ha intervenido en la renovación y modernización de otras treinta lonjas, a través de los procesos de intermediación y ayudas.

En resumen, la mitad de los locales que estaban cerrados hace dos años y medio se han vuelto a incorporar al Casco Viejo. Un proceso que seguirá con el turbo puesto a lo largo de este ejercicio. Según desvela el gerente de la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica, Gonzalo Arroita, el propósito es cerrar 2011 con la adquisición de entre veinte y treinta lonjas y, por tanto, de forma que se puedan reactivar entre el 65% y 70% de los espacios que estaban vacíos en 2008.

Es muy alto el porcentaje, e incluso lo podría ser más si la sociedad municipal contara con más dinero para adquirir espacios. "La demanda de locales cuadruplica la disponibilidad actual", subraya el líder de la reactivación de la colina, que ya ha planificado el trabajo en este primer semestre de año. Según explica, "vamos a poner en marcha once lonjas con actividades híper estratégicas para el Casco Viejo". Una labor en la que se tendrán muy en cuenta los ejes temáticos definidos por el estudio recién concluido.

Poco tiene que ver ya la colina con la que Arroita se encontró en 2008. La diversidad empresarial ha crecido de forma espectacular, con servicios y negocios de alta calidad.