Vitoria. El proyecto de las oficinas municipales de San Martín arranca por segunda vez con mal pie. La constructora Murias, la misma que perdió el primer certamen y que logró con su recurso que se celebrara otro al demostrarse que la firma ganadora había vulnerado el pliego de condiciones, acaba de presentar una nueva reclamación. En esta ocasión, alega que se produjo una infracción en el procedimiento, así como la vulneración del principio de transparencia. Por eso, pide la nulidad de la adjudicación a la UTE formada por las firmas vitorianas Lagunketa, Zikotz, Pérez de San Román y Giroa -el mismo grupo que salió victorioso la primera vez- y la puesta en marcha de un nuevo proceso.
En sus alegaciones, la constructora Murias se remonta al 13 de agosto, día en que la Mesa de Contratacion procedió a la apertura del sobre A de las dos aspirantes, correspondiente a la proposición económica. Según el pliego de cláusulas administrativas del certamen, habría que haber leído ambas propuestas para evitar la nulidad del proceso, pero no se hizo. Primera infracción. Además, al no ponerse en conocimiento de los licitadores esos contenidos, la empresa cree que se vulneró el principio de transparencia y seguridad jurídica, ya que así queda contemplado este caso en la Ley de Contratos del Sector Público. Segunda irregularidad.
Por si fuera poco, la constructora considera que existen "serios indicios" de que se produjo un reemplazo de la oferta económica de la UTE para adecuarla a la de Murias y, de esa forma, salir ganando. Una impresión que viene dada por "los comportamientos paradójicos por parte del Ayuntamiento" desde la celebración del primer concurso, "la aplicación de criterios técnicos valorados subjetivamente, la tardanza en la puesta a disposición de la documentación que debió ser leída el mismo día 13 y la reducción sustancial y repentina de la oferta económica de la UTE a pesar de contar con una grave restricción financiera".
Son graves las acusaciones, pero por ahora el gabinete de Lazcoz sigue adelante con el proceso. Ayer, día en que se presentó el recurso, la Mesa de Contratación de Ensanche 21 dio el visto bueno al proyecto de la UTE. Y hoy, si no hay contratiempos, será adjudicado de forma provisional en la Junta de Gobierno Local. El grupo empresarial se ha impuesto con 77,65 puntos frente a los 53,68 de Murias, gracias principalmente a la valoración económica -69,30 puntos frente a 47,18-. Este año arrancarán las obras del parking subterráneo, que se construirá en tres fases, y el proyecto del edificio estará listo en siete meses, a los que se sumarán otros 28 para llevar a cabo su ejecución. El Ayuntamiento pagará a la UTE 2,8 millones de euros anuales y, al cabo de tres décadas, el recinto será de propiedad municipal.