vitoria. Un día después de las fiestas de La Blanca, durante las que la zona centro de Vitoria asume el peso de las celebraciones -y de sus efectos- llegan las obras. La calle General Álava ya se ha vuelto a levantar. ¿Cómo ha recibido la noticia?
Era una reforma necesaria, que había que realizar cuanto antes, porque los agujeros que había en la calle eran exagerados. Cuesta entender, de hecho, cómo han podido producirse sólo con el paso del tranvía, porque este hormigón impreso se colocó al decidir semipeatonalizar la calle, y ya cruzaban la zona tanto autobuses como coches y vehículos privados, y nunca se habían generado esos boquetes. No sabemos si es por el tranvía o por una mala ejecución de la obra.
Ese debate ya está en la calle. Hay quien apunta a los autobuses, al material elegido, al metro ligero...
El debate gira en torno a si el material elegido es el adecuado.
Los vecinos ansían, por tanto, una solución a largo plazo...
Sí, sí, sí. Sin duda. Ahora vemos parches, pero debería darse más importancia a la elección del material. A los vecinos nos gustaría que nos levantasen la calle de forma definitiva, pero no cada dos por tres.
Durante este mes, el tranvía tendrá su parada final en Sancho el Sabio. ¿Usted cree que ésa debía ser la terminal ideal o que lo adecuado era que el metro cruzara el centro?
Me parece muy bueno para el centro que se adentre en él. Las estadísticas están ahí, y dicen que las paradas de Parlamento y Angulema son las más utilizadas. Eso sí, al decir esto también tiro una piedra contra mi propio tejado, porque a los vecinos nos resulta molesto que el tranvía pase por calles estrechas como General Álava o que, a determinadas horas, la sirena perturbe el descanso.
¿No es un contrasentido hacer una calle semipeatonal para que, después, la cruce el tranvía, los autobuses y ciertos coches?
La semipeatonalización de General Álava era algo un poco utópico. La primera vez que crucé por en medio de la calle, tras su transformación, me llevé un bocinazo de un autobús. El peatón, al final, siempre acaba caminando por la acera.
La asociación Erdialde denunció precisamente el estado de algunas de las principales aceras de la ciudad, caso de Dato o San Prudencio. Los grupos municipales culparon, mayoritariamente, a la carga y descarga.
Tengo dudas de que se deba a la carga y descarga, porque hay zonas donde sólo pasan los peatones y, al pisar, notas que la baldosa está suelta. La ejecución de la obra me parece clave.
Pese a reconocer el mal estado de algunas baldosas, el Ayuntamiento no se plantea una reforma a corto plazo de estas calles céntricas, pese a que son lugar de paso habitual.
Yo diría que son calles emblemáticas, que influyen en la imagen que los turistas reciben de la ciudad. Creo que el Ayuntamiento es consciente de que tiene este problema.
¿Apostaría por llevar a cabo más peatonalizaciones en el centro?
El Ensanche ya está suficientemente peatonalizado, porque a quien está en el centro se le acaba aislando, por mucho que esa peatonalización resulte amable para el visitante.
Usted, por tanto, teme la llamada desertización del centro.
Con el paso de los años, se ha notado. Influyen muchas cosas, pero la principal es que, cuanto más se dificulta el tráfico rodado, más se contribuye a desertizar el centro. Sí es verdad que hay gente que pasea por este entorno a determinadas horas, pero a partir de las 22.00 ó 23.00 horas de un día entre semana desaparece todo el mundo.
¿Todo se debe a la peatonalización?
También hay otros elementos que influyen, como el hecho de que haya edificios vacíos y ninguna institución impulse un proyecto.
Oportunidades de impulsar nuevos proyectos no van a faltar, teniendo en cuenta que el futuro traslado de oficinas municipales a San Martín liberará muchos edificios.
Nos vamos a encontrar con un montón de edificios vacíos que tienen una calificación urbana determinada. No se podrán usar para cualquier cosa, ya que no pueden convertirse en viviendas.
¿Qué esperan que llegue a estos puntos?
Estaría bien acondicionar alguno de estos edificios para agrupar oficinas, de todo tipo, para que no estén repartidas por el centro y entremezcladas con viviendas particulares, y también que pueda llegar oferta comercial.
Ahora incluso se recibe como una gran noticia la apertura de nuevos negocios en General Álava...
Era impensable, hace unos años, que acabara así. La crisis afecta, pero si además se dificulta la entrada al centro, también se pierde atractivo.