vitoria. Mikel Iza desveló ayer en el Palacio Europa los secretos de la biomasa, una de las energías alternativas más desconocidas, como parte de las charlas organizadas por el Ayuntamiento de Vitoria para celebrar la Semana Europea de la Energía. El director de operaciones de Guascor Bioenergía explicó el pasado, presente y futuro de esta fuente, desde el tradicional uso de la leña al funcionamiento de la planta que la firma gestiona en la actualidad en el polígono industrial de Jundiz o el margen de crecimiento que aguarda a este sistema renovable.
¿Diría que la biomasa es la gran desconocida de las energías alternativas?
En muchos foros se dice que es la hermana pobre, la cenicienta de las renovables, porque no se le ha ayudado lo suficiente.
¿En qué consiste la biomasa?
Guascor, por ejemplo, gestiona plantas de pequeño tamaño a partir de gasificación de biomasa. En Jundiz tenemos una planta de I+D desde hace cinco años, en la que básicamente conseguimos convertir un sólido, que sobre todo son residuos forestales, en un gas. Y luego lo aplicamos en unos motores de combustión interna, que pueden quemar estos gases pobres, y así se mueve un eje, que a su vez mueve un alternador que genera energía eléctrica. Y, además, como el motor necesita una refrigeración, también se producen unas corrientes térmicas que podemos aprovechar. Así logramos la cogeneración, al generar energía eléctrica [de 1 a 2 megavatios] y térmica [unos 2,5].
¿Cuántos residuos forestales necesita la planta para mantener esa producción?
Alrededor de 7.000 toneladas de material seco al año. Esa madera puede salir de muchos sitios: pueden ser residuos de aserraderos o de otros procesos productivos que se dedican a la madera, pero también de podas, de limpiezas de monte...
¿Ahora aprovechamos materiales para generar energía que antes eran impensables?
Desde los comienzos de la Humanidad estamos aprovechando la biomasa gracias a la leña, al carbón vegetal y todo lo que hemos utilizado para calentarnos o cocinar; eso es el pasado, pero el futuro también pasa por aprovechar la biomasa forestal y vegetal, que están a nuestro alcance con sistemas más industrializados y mejor aprovechados.
Parece que la industria no para de darle vueltas a la cabeza para buscar nuevas fuentes. ¿El final del petróleo fuerza esa búsqueda?
Entre fuentes como la biomasa, la fotovoltaica o la eólica aportamos granitos de arena que van sumando para alcanzar objetivos importantes. Debemos apostar por un mix para aprovechar todo lo que tenemos a nuestra disposición y así reducir nuestra dependencia del petróleo. La necesidad obliga a buscar alternativas.
Guascor invertirá 50 millones en una planta de motores en Venezuela, un anuncio que llama la atención en plena crisis. ¿La energía ahora es una apuesta segura?
Sí, sí, sí. No hay duda. La tendencia, a medio y largo plazo, es a un alza indiscutible en el petróleo. No nos queda más remedio que apostar por las renovables.